Noviembre del 2021
MI DESPERTAR - 21.11.2021
Un pantalón de cuero enciende una mente que jugaba con los pensamientos que se estorbaban unos a otros a al observar el movimiento de unas piernas que se adelantaban la una con la otra, todo dentro de una sincronía que dejaba a la mirada escuchar el sonido de los pasos en un caminar surcando las bandas blancas sin pisar ninguna oscura hasta llegar a la otra orilla de la calle y girar la marcha hacia un lugar desconocido entre un paisaje adornado por los colores de un silencio que me hizo girar también para esperar tranquilamente a seguir con la mente un espectáculo de la naturaleza, de quien pensó en el cuero para acariciar la piel de las articulaciones inferiores de un ser humano.
En esos pensamientos amanecieron las veces que un pantalón de cuero llegaba a mis ojos por primera vez, creo que eran rojos, un cuero que se ajustaba en todos los volúmenes, que coloreaba el paisaje de un paseo tranquilo, de unos sentimientos en los que las caricias paseando por la piel que envolvía aquellas piernas pudieran crear un momento diferente, un abrazo sin manos, sin palabras, sin vocales ni consonantes, simplemente era una escena que me devolvía a los años en que los chicos decíamos cosas bonitas a las chicas.
Es un pantalón negro el que me ha llevado al pasado, a la juventud que nos transportaba a imaginaciones, a deseos, a sencillos abrazos y sonrisas, a descubrir nuevas sensaciones y estar abiertos a todo aquello que nos convencía en aquel presente, jugando y bailando hasta la madrugada, saltando en las playas y en las aceras después de que una música nos llevara a otro escenario, de que tu mirada y la mía nos dejaban gestos sin palabras, palabras sin sonidos, besos que aparecían y vasos que terminaban la fiesta.
Este pantalón de cuero, un pantalón ajustado como la moda que ahora nos aborda, como la comodidad de quiénes se encuentran contentos, contentas, puede abrigar pasiones, fuegos que encuentran imágenes que nos surcan por los océanos de esos momentos en que te sientes abordado por esa juventud que siempre está, que no se ha marchado a pesar de que los años, las fronteras que antes no tenías, los límites que ahora comprender, pudieran acallar lo que encuentras al ver el movimientos de unos pies sujetando la preciosa prenda.
Recuerdo aquellas frases en donde nos dejábamos llevar por unos sentimientos de respeto pero de pasión, de escuchar las palabras que salían de la boca de los otros y las carcajadas después de salir hasta la mañana siguiente, de pasear simplemente para no llegar a casa y cerrar el fin de semana distraído en otros quehaceres, aquellos sábados y domingos en los que bailabas y recorrías tantos kilómetros en un pequeño escenario, en un solitario lugar donde las chicas bailaban sueltas, riendo y hablando sus secretos con sonrisas tontas, con mirada encendidas, con una complicidad que te parecía burlona y desenfadada.
Los colores que hoy día adornan los cueros, los caminantes que continúan disfrutando de dicho material, de unos pantalones ajustados, de una sensualidad en un juego que me llevan a la pasión por quedar con la chica, de comenzar una charla sin sentido simplemente dando las gracias por la belleza que va paseando por las calles, por las ciudades, por los bares y bailes agitando en el viento una adolescencia sin fronteras, sin edades, sin necesitar descubrir la música que penetra por las aceras en donde en estos momentos me encuentro deleitándome de estos párrafos que puedo dejar escritos para agradecer a la vida el ser humano y descubrir la belleza de cualquier escena que pasea por esta vida tan maravillosa que nos han regalado.
Gracias, gracias a todos los que hemos disfrutado de esa infancia con su correspondiente adolescencia y llegado a la madurez para seguir el ciclo de la vida, el escenario que nos devuelve de nuevo a seguir bailando en las canciones que tu camino coloca lentamente sin esperar a que volvamos a perdernos de nuevo.
MIGUEL JOSE CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 21 de Noviembre, 2021, 18:17
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MI DESPERTAR - 18.11.2021
Una
Espera con miedos suscita estas palabras para amanecer de nuevo en la angustia,
en la sucesión de pensamientos que se terminan para empezar otros, viajando de
unas emociones a otras, de unos recuerdos a los futuros que no aparecen
aclarados en ese horizonte que todos comenzamos a desear, unos pensamientos que
me hacen buscar una intención, una abrumadora emoción de la que no puedo
escapar, lugar desde donde el ego me lanza el miedo, comienza a alimentarlo y
cuidarlo para que no encuentre esa salida en la tranquilidad, en la calma,
después de crear las tormentas que arrecian un vacío inexistente.
Es un
comenzar de nuevo en la oscuridad, salir de ese momento en que te crees que se
ha roto el suelo, en donde no ves sino que sientes lo peor, todo ese rosario de
escenarios que aparecen como si hubieras abierto una puerta oscura, como si
realmente es cierto lo que imaginamos después de haber pasado por esa parada
que me hace quedarme quieto por si todo se hunde y me arrastra a un fango del
que no poder salir, un fango que realmente se crea ante la facilidad de poder
arrastrarme por lo que solo existe en ese director que ha tomado el mando de mi
vida por unos instantes.
Ahora
comprendo las situaciones que posteriormente vienen a caracterizar los
acontecimientos en donde nos perdemos, los episodios que vamos completando sin
ser conscientes que en el silencio, en ese momento en que me quedo quieto y
dejo que todo lo que da vueltas por dentro se pare, se quede en un lugar lejano
a mi cuerpo, que las células que trabajan en mi cuerpo puedan seguir con su
trabajo sin que ninguna emoción pueda cambiar el interior de ese líquido que
sufre como los órganos al detectar alguna anomalía.
Está
claro que somos muchas cosas, dentro de todo este cuerpo, la mente tiene un
poder inmenso, el ego es una parte que llevamos de serie y que durante muchos
años le dejamos llevar los mandos, creemos reconocer esa vocecita que lo sabe
todo de nosotros como si fuera la que realmente llevamos dentro, pero cuando
llegan estos terremotos, cuando la impaciencia nos supera y el lamento y la
queja se alían en esta batalla, no podemos caminar hacia atrás ni tampoco
descubrir que esos elementos nos llevan a un pequeño desastre que nos hace
cambiar, que nos hace parar para mirarnos desde fuera y encontrar la manera en
cómo somos manejados.
Los
miedos los tenemos de muchos colores, de muchos sabores, incluso de olores que
nos hacen vomitar y descargar sentimientos que tenemos guardados de
experiencias anteriores y hacemos nacer escenas por las que después podemos
analizarnos y seguir adelante, siempre adelante, pues en este lugar lo
importante es el experimentar, el dejarnos llevar por el Camino, por la vida
que es la que sabe realmente lo que tiene que hacer, es quedarnos en lo que
llaman el aquí y el ahora, es un segundo, quizás algo menos, pero es la mejor
experiencia sobre la que apoyarnos y respirar profundamente para en un no
entender, ver después que era la mejor paciencia que podemos encontrar.
Sigo en
este momento en la espera, pero la tranquilidad que respiro en mi cuerpo, el no
sentir la riada de unos pensamientos que parecen empujando a los siguientes, es
algo diferente, es el cambio como dicen los meditadores, la iluminación como
predican los maestros, el escuchar en el silencio ese mundo interior que nos
habla y nos dice lo importante que no reconocemos, pero que al llegar a este
punto puedo sentir que es el mismo Camino, la misma Vida, la que nos habla y
nos escucha.
Gracias,
Gracias, Gracias,
MIGUEL JOSE CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 18 de Noviembre, 2021, 15:17
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MI DESPERTAR - 3.11.2021
¿Cómo poder llegar al corazón del otro? Una pregunta que me descubre la oscuridad que llevo dentro, no puedo responder con palabras pues la mente comienza a llevarme a las experiencias de la vida, a recordar episodios pasados, a adentrarme en el inconsciente y dibujar lo aprendido cuando era niño, cuando mis padres realizaban su trabajo de educarme, cuando empleaban todo su corazón para encontrarse conmigo, un pequeño bebé que con el cariño y amor que trae dentro todo ser, encuentra la mirada clara de quiénes descubren el mundo tan maravilloso que es ser padres, que es haber engendrado un pequeño ser para el resto de sus vidas.
Tengo la sensación de haber vivido otras vidas y que ahora me encuentro en un momento único en el camino de la verdad, esa verdad que sale, que resurge de la esencia, esencia que llevamos guardado dentro para descubrirla tantas veces cómo volvemos de nuevo a amanecer, a despertar en cada situación, en cada palabra, en cada mirada, así es el comienzo de lo que no sabemos porque está muy dentro, es como ser de barro con un tesoro dentro, como llevar guardado la verdad para que paseando por los discursos del camino podamos encontrarnos en el otro, en el corazón del otro y así ver que luchamos durante la vida contra nosotros mismos, contra esa oscuridad que no deja ver la luz que dentro de cada uno ilumina la vida.
Son momentos en que puedo ver sin mis ojos, escuchar sin mis oídos, descubrir que dentro de esas entrañas hay un lugar que nos indica que no debemos dejarnos llevar por el ego, esa voz que dentro de nosotros quiere lo que más le gusta y no acepta lo que no le gusta, es real esa dicotomía, esa espera hacia lo que viene, porque todo lo que vivimos lo hacemos para aprender, unos van por un camino directo y la gran mayoría lo hacemos por diferentes caminitos que nos llevan a un subir y un bajar, a una escena que no sabíamos deberíamos conocer y a realizar todo aquello que nos disgusta.
Es difícil en la sociedad moderna, en todas las sociedades pasadas e incluso en las venideras, que nos eduquen en la espiritualidad, realmente cada uno escoge su guion de vida y lo desarrolla tal y como lo escribió en el otro lado, un lugar desde el que programamos lo que vamos hacer, el sexo que vamos a tener, las personas que van a llegar a nuestra vida, las que nos van hacer daño y las que nos van a regalar las cosas buenas, sentados en el balcón desde el que escuchar cómo el viento, la lluvia, el sol y la luna nos acompañan para sentirnos protegidos de todo aquello que no sabemos ni entendemos.
Es un viaje largo, un viaje con diferentes crisis, hay quién las coloca en las edades, los treinta, los cuarenta, los cincuenta, y hay quién las encuentra en las circunstancias de la experiencia, cada uno elige vivir una larga vida y otros, en cambio, deciden marcharse antes para que pueda su manera enseñar a los demás acompañantes, porque aunque no lo queramos aceptar, somos nosotros los que elegimos a nuestros padres, esos que nos acompañan aquí en la tierra para sustituir a ese Dios que nos tiene en su regazo, o a esa civilización que nos creó, seguramente a lo que al otro lado esté dirigiendo todo esto.
Gracias por todo es lo más expresivo que encuentro para llegar al corazón del otro, agradecer por todo, pues todo son regalos, aunque creamos que somos desgraciados, no es así, pero cada uno tiene que reflexionar sobre porqué le pasan determinadas situaciones, son repeticiones de lo mismo para aprender y seguir con la siguiente lección, con la siguiente pregunta que nos hace avanzar tranquilamente hacia nuestro objetivo. Ser cada día mejor persona.
Un abrazo,
MIGUEL JOSÉ CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 3 de Noviembre, 2021, 21:56
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MI DESPERTAR - 1.11.2021
Enciendo una vela en la cocina para descubrir la oscuridad, los comensales miran cómo se apagan las luces y desde el centro de la llama comienza a desnudar ese silencio que aparece después de haber abierto esta velada, somos dos los que aparecemos en las sombras de una llama que baila lentamente, de una sonrisa por descubrir que en la mesa con los platos esperando calmar el hambre se disfruta de este momento como si fuera una fiesta, una pequeña oración que sale de los labios y damos las gracias por esos presentes que esperan para comenzar una nueva aventura.
Porque en la mesa también se viven aventuras, los tenedores salen de sus lugares y empiezan a dibujar los primeros movimientos, las manos entienden que es una forma diferente de encontrar una luz que nos va guiando entre las pequeñas sombras que cada uno de los espárragos, de los tomates pequeños, de la revoltosa lechuga que espera a que podamos encontrarnos en degustar su sabor después de haber crecido en la tierra y habernos encontrado en esta noche.
Nos miramos a la cara y una gran sonrisa despierta un instante en que nos sentimos queridos, es el amor de unos alimentos, de unos colores que dibujan un plato que en la cocina empezó a nacer al pelar la zanahoria, siguiendo muchas palabras que hacían que cada uno de los redondeles que cubrían el solitario escenario sobre el que ir coloreando las esquinas y el mismo centro desde el que los vegetales sabían cuál era su lugar y descubrir unas miradas que hacían despertar el calor de un amor que salía por estas manos, por sus manos, por el cariño que acompañaba junto al aceite y a los vasos que esperaban una botella con un agua clara para empezar el juego de la cena.
No había nada más en la tertulia, unas pequeñas palabras que descubrían el sentimiento de quiénes participamos, de los jugadores que entre colores sabían que los trocitos saltaban de alegría al verse atrapados por los pilares de los tenedores, sabían que encontrarían el lugar desde donde descansar para que la transición hacia el interior pudiera ser completa, para que los labios besaran tranquilamente cada uno de los que desprendían el sabor que combinaba con los demás, con aquellos que se juntaron para acercarse a la misma mesa.
Viajando por la oscuridad van llegando a juntarse de nuevo en lo que termina por un tubo muy largo, por un caudal que parecía un lugar tranquilo, una espera que sabían desataría el proceso que nos hace completar la digestión, es la vida misma, la forma en cómo nos alimentamos, el momento en que sentimos que estos maravillosos regalos han encendido el mecanismo para seguir en la vida, para despertar a los momentos en que, por pequeños, son tan esplendidos de esta madre tierra que construye con esa paciencia los colores que encuentran la zanahoria, el tomate, los pepinos y las verdes lechugas rellenas de un sabor indiscutible.
Nos encontramos en un final en el que el dejar dormir la pequeña luz que alumbra todo el cuarto, algo que realiza a la perfección, pues los fluorescentes les hemos dado un descanso para que dejen de iluminar como todas las noches tan apreciada fiesta del último bocado del día y agradecerles que nos despierten por las mañanas en donde los ojos no pueden abrirse del todo después de haber caminado con esa fuerza de un volar en los sueños que han llegado hasta nuestro descanso.
Terminamos y recogemos todo para que puedan descansar todos y llevarnos a ese sueño los momentos tan bonitos de un precioso día contemplado por unas pocas palabras antes de darnos las buenas noches.
Gracias, gracias, gracias.
MIGUEL JOSÉ CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 1 de Noviembre, 2021, 18:39
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