Febrero del 2021
MI DESPERTAR - 28.2.2021
Cuatro magdalenas en la mesa abrieron estas palabras para saborear la dulzura de mis pensamientos. Estas manos acariciaron el papel desordenado con lápices y bolígrafos, clips y borradores en ellos, frente a la computadora Un ratón juguetón ordenaba la pantalla pudiendo escuchar tu voz a través de él . Con tu rostro puedo crear en conjunto una imagen que se abra ante mis ojos, mientras el amanecer sale de su oscuridad y el sol se coloca debajo de la ventana, durará hasta un sueño. Son papeles escritos a mano en la tarde noche que esperaba comprender mis pensamientos después de unas horas, quiero escribir algunos artículos sobre mis antepasados y escribir referencias para degustar las maravillosas fotos del álbum de fotos colocados en la orilla de la mesa, que representan muchos recuerdos archivados en mi vida, en los silencios por lo que paso durante la soledad. Pensando en las almas que han atravesado estos pastizales hace unos años, los bosques abiertos frente al mar y los cauces de los ríos que desembocan en otros ríos pueden dormir varias horas, minutos y segundos y ahora todo este boceto busca un nuevo silencio para llegar al sonido de sus labios, al roce de sus abrazos, a la marea de nuestros encuentros en los que dejamos abierto el mensajes que siempre acaricia nuestra familia. Algunas de las palabras que describen a los personajes en el pesado procesamiento de fotos, los personajes de la historia real, algunos de los cuales ni siquiera he visto, mientras que otros han sido dibujados durante muchos años, incluso después de los bebés que comparten mesa y se reúnen, los mismos tesoros envueltos en apuntes que ahora son los cumpleaños que sentimos en nuestras felicitaciones, los regalos que no están envueltos en papel, ni llevan nombres ni fechas. Caminé alrededor de la mesa y encontré una mirada que podía saludarme, asistir a la fiesta hasta quedarnos dormidos, abrazar el sabor del pasado, preocupada de que recordara muchos detalles, este es un archivo que no encuentro. Todos los días, pero en determinados momentos, me muestran cómo me acompaña el odio, la rabia y los celos. La respuesta parece poco clara, ni siquiera puedo encontrar el color, porque se desglosan en la secuencia del libro que completa el actor del actor a mi casa. Sé e intuyo que faltan muchos más personajes, hombres y mujeres que completaban los retratos, los saludos y despedidas en el día a día, en los homenajes desde la simpatía y la antipatía, de aquellos que se cruzaban por las aceras y de los que vivían encima de nuestra casa, de los que paseaban con su hijos y de aquellos chavales que corrían detrás de una pelota, o incluso jugando con las canicas a encontrar el agujero del destino, el lugar a donde hemos llegado después de pasar los mejores momentos de la infancia. Me volví hacia un papel que quería cubrir las madalenas, dejando un poco de polvo del azúcar espolvoreado en la superficie envolviendo las migajas que sentía dentro y los dientes que los entretenían para saborearlos en el placer de su sabor. Es el olor de la vida, quieres olerlo con tus propios ojos ahora, quieres usar solo un segundo, pero solo quedan tres manjares en este momento, espera que vuelvan algunos pensamientos y luego camina por el mismo sendero para escuchar la mano que se detiene en después del gran abrazo, el roce de mis dedos en el teclado exudará el pequeño olor que impregna este querido sentimiento. Te fuiste, y quedaron tus madalenas restantes con el sabor que he ido coloreando y me dejabas desnudo ante tu risa, delante de tus amigos en donde me desnudé en la libertad de hacer lo que sentía, aquellos pequeños tramos que nos separaban del salón, de la mesita en la que colocabas el vasito con café, en donde juntabas la leche templada con la cuchara que siempre daba las mismas vueltas, las mismas caricias que ahora descubro en estos papeles en los que vives cada día dentro de estas notas que siempre estarán desordenadas para volver a encontrarte sin buscar la imagen que ahora mismo duerme en mi pecho. Te quiero, luna de nieve....... MIGUEL JOSE CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 28 de Febrero, 2021, 16:47
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MI DESPERTAR - 27.2.2021
Al llegar a la
playa el universo de nubes cubría todo el fondo sobre las aguas, ese cielo azul
que descansaba miraba a través del escenario la presencia de quiénes serían los
protagonistas, los que tranquilamente esperaban el encuentro, los que andaban
por la arena dejando las huellas entre los granitos, esperando sentado mirando
las olas, una fuerza junto al viento que me contaba por su música el momento
que después se abriría como la niebla esperando la llegada del calor de un Sol
ardiente.
Mi primera
mirada se quedaba fija en uno de los rostros, todo mi cerebro intentaba buscar
la imagen en el registro y le parecía que había encontrado la respuesta, pero
aún seguía dudando de que fuera la que salía en el archivo que dejaba pocas
dudas al ver cómo se acercaba, con total seguridad después que una hora antes
había dejado sus palabras junto a las mías en una despedida hasta varios días
después.
Lo que si fue
una sorpresa fue descubrir a la persona que unos minutos más tarde sería el
centro de mi atención, sus palabras me hicieron descubrir su rostro, había
cambiado mucho desde la última vez que nos vimos, encontraba una persona
cansada que estaba tranquila cómo si supiera que esta escena se iba a cumplir,
sabía por su intuición que había llegado hasta ese lugar para encontrar a la
persona que siente muy unida, esos lazos que son imposibles de deshacer, una
sensación de saber estar con la persona correcta.
Los siguientes
párrafos fueron de un reencuentro maravilloso, unas palabras que salían solas como
si ya estuvieran preparadas, unos abrazos que encontraban mucho cariño y amor
dentro de aquella arena que debajo de nuestros pies nos hacía tranquilizar la
conversación, la experiencia que había motivado el viaje a la playa, a las olas
que amenizaban los sentimientos y daban color a un nuevo día bajo las nubes que
parecían querer soltar pequeñas gotitas sobre un inmenso caudal de agua salada.
Las pocas
gaviotas que volaban paseaban su mirada sobre nuestras cabezas, la energía que
se concentró a nuestro alrededor fue muy relajada, era como si el viento al
soplar quisiera dejarnos de lado, no empujarnos con la fuerza que hacía sobre
las palmeras que encontramos detrás de nosotros, la gran marea de pinos que
aparecía se apretaba para escuchar nuestras palabras, una imagen que saciaba
los años que no sabíamos el uno del otro, por eso ahora quiero volver a charlar
de nuevo sobre cómo hemos pasado todo este tiempo cada uno de su
correspondiente acera.
Una sonrisa
junto a varios besos hacía terminar aquella escena en la que todos los Ángeles
que volaban a nuestro alrededor protegían, nos entregaban ese gran amor que
sentíamos los tres en algunos silencios que nos acompañaron con las miradas de
esos ojos de amor que siento cada vez que encuentro esos momentos en que las
almas se hablan y se sienten sin necesidad que palabras, sin que sea necesario
buscar palabras pues muchas veces nos pasean sin tener que escribirlas ni
dibujarlas.
Es una
despedida hasta dentro de unos días, seguramente volveremos a encontrarnos y
hablar con pequeñas frases de qué estamos haciendo en estos momentos y de cómo
estamos cada uno viviendo todo lo que el Camino, la vida nos entrega en los
capítulos de este maravilloso libro que cada día escribimos con los colores de
este arco iris que el cielo nos regala y que dentro de nosotros guardamos con
el amor maravilloso de estar aquí en el aquí y ahora.
Gracias,
gracias, gracias, Paqui
MIGUEL JOSE CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 27 de Febrero, 2021, 16:53
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MI DESPERTAR - 20.2.2021
Según el diccionario de la lengua española, fidelidad es definida como lealtad, observancia de la fe que alguien debe a otra persona, también como puntualidad, exactitud en la ejecución de algo, bien, me refiero entonces a la infidelidad que según el mismo diccionario es la falta de fidelidad, algo que me lleva a sumergirme dentro de la definición de falta de observancia de la fe que alguien debe a otra persona, aunque puedo derivar mucho más allá.
Así se infiel a mis pensamientos es falta de fidelidad, pero en realidad muchas veces me supone ir más allá, entender que desde esta premisa puedo descubrir cómo salir de una zona de confort, de cómo llegar más allá de aquello que representa un límite, de invadir con la fuerza de la acción eso que muchas veces vemos a lo lejos, la montaña que nos detiene, esa línea del horizonte desde la cual es imposible poder ver la claridad.
Soy infiel a las maneras en cómo me voy desenvolviendo dentro de mi cueva, de los momentos donde el silencio me abre las puertas y tengo que decidir el camino, la claridad de una intuición que supone dejar atrás una forma de actuar, de encontrar en la pausa el crecimiento de llegar a encontrar los motivos por los que sigo adelante, esos mensajes que van apareciendo en las paredes, en los números de los portales, en las matrículas de los coches, en los anuncios de las marquesinas, en las palabras del amigo o incluso en los que no conoces de nada.
Ser infiel es una cualidad, es dejar de creer en tantos programas que has estado practicando durante tu etapa de bebé, de niño, de adolescente, incluso de padre y abuelo, seguramente en cada estación has bajado de un tren sabiendo que podías haber continuado con la mejor persona, con el mejor momento de tu vida, simplemente porque es la hora de cambiar, de salir de esa zona que nos aletarga, que nos hace perezosos y faltos de fe, pues es bajarse de la noria donde tantas vueltas seguimos dando sin encontrar la salida.
Quiero descubrir hasta dónde puedo ser fiel, cómo se que la puntualidad es la obra bien hecha, como quebrantar la fe que debes a ese otro que llevas instalado desde que saliste al mundo a ser, a saber, a conocer, a descubrir, a ver, sí, a ver todo lo que ha ido pasando junto a tu piel, a tus manos y a tu corazón, a los besos y abrazos que han llenado esa manera de querer, de sentir y de vivir.
Miro a mi alrededor y camino tranquilo pues una puerta no es un límite aunque esté cerrada, aunque detrás se hayan apoyado ladrillos, aunque no se vea luz por ninguna de sus rendijas, pues el límite es no querer traspasarla, avanzar hacia lo oscuro y entregarte a tu fuerza interior, a esa parte que no conoces pero que está, que tienes, que vive contigo, que te mantuvo despierto hasta que tu niñez la hizo desaparecer, esos momentos en que comenzamos a aprender y entrar en el mundo que nos ampara y protege.
Si, protege, porque así está diseñado y porque realmente somos nosotros mismos los que buceamos dentro de todo esta maraña de situaciones, de experiencias en las que nos vamos nutriendo en la realización que escribimos no sé cuándo ni dónde, con quien o simplemente en ese limbo desde el cual damos el salto, venimos a la escena a encontrarnos con el papel que en este escenario todos los días nos hace hablar y pensar en este idioma que supone vivir y respirar en el aquí y en el ahora.
MIGUEL JOSÉ CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 20 de Febrero, 2021, 15:54
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LOS BOTONES DE MI MADRE
Deshacer la casa de tus padres es el siguiente escalón a enterrarlos, un duro trago que se hace con una mezcla de ternura, emoción y tristeza infinita. Es rescatar recuerdos, encontrar pequeños tesoros que no recordabas o que ni siquiera sabías que existían. Te sientes como un ladrón abriendo cajones cerrados con llave, como un intruso que husmea en intimidades ajenas.
Encuentras tu propio pasado, recuerdos de infancia, la tuya, la de tus padres, incluso la de tus abuelos, mezclados con trazas de tus propios hijos, fotos, dibujos "para la mejor abuela", tarjetas. Podrías pasar días, semanas, quieres terminar de organizarlo pero también quieres que nunca acabe, que continúa como metáfora de aquél cordón umbilical, como esa última oportunidad de sentir su olor, todavía en los armarios llenos de sus ropas.
En una de esos ratos de lágrimas y de sonrisas, encontré los botones de mi madre, un enorme regalo para la imaginación y la reflexión. He pasado dos tardes clasificándolos, mirándolos, casi mimándolos y al final dejando plasmada su existencia en esta foto como un homenaje a la mujer excepcional a muchos niveles que fue mi madre.
Pero muchos de sus atributos son comunes a una generación de mujeres, aquellas que fueron niñas de la guerra y la postguerra pasando hambre y miedo, adolescentes y jóvenes con una educación limitada (ser médico es de hombres), mujeres siempre a la sombre y tutela primero de padres y luego de maridos (la generación que ni siquiera podía abrir una cuenta en un banco o tener una propiedad sino era con un varón) pero excelentes economistas que eran capaces de ahorrar, de dirigir familias numerosas, fantásticas cocineras, cuidadores dedicadas, maestras de vida.
Mujeres que individualmente no han hecho historia pero que como generación trabajaron para levantar un país en ruinas y para que sus hijos fuéramos mejores y tuviéramos más que ellas mismas. Unas luchadoras.
Los botones de mi madre me han contado muchas cosas, he encontrado el pasado familiar en formas varias y materiales diversos, cuero, nácar, metal, madrea, plástico...leo historias en botones de los años cincuenta que reconozco en una foto amarillenta de mi abuela, los de las trenzas infantiles, ropas de fiesta, de batas de estar por casa, los del uniforme de gala de ingeniero agrónomo de mi padre, de las camisas de los babis del colegio, botones minúsculos de ropitas de bebé, botones forrados....hay cientos de botones, algunos preciosos, otros horribles.
Resulta que en mi casa nunca se tiraba un botón, cuando una prenda se jubilaba, se guardaban los botones y se hacía trapos con la tela. Un eterno "por si acaso" y un constante "esto ha costado dinero".
Y en estos cientos de botones leo el salto generacional e intuyo cómo hemos cambiado y quizás, lo que hemos perdido.
Lo que no sé es, cuantos botones faltan, cuantos realmente fueron de utilidad, cuantos se injertaron en otra prenda, la bolsa solo tiene los que nunca llegaron a ver más vida que la de la foto en la que ahora quedan inmortalizados. Y es que al final, la vida quizás sea solo eso, una enorme bolsa de botones.
UN ESCRITO DE MÓNICA LALANDA PUBLICADO POR MARCELA J. VILLALÓN EN:
-GARABATOS DEL TIEMPO-
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Publicado por MIGUEL JOSE el 18 de Febrero, 2021, 18:40
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MI DESPERTAR - 18.2.2021
Salgo
despacio de la habitación para escuchar dormir a la almohada, para ver cómo el
espejo abre los ojos e intenta buscarme, las sábanas me dicen los movimientos
que durante la noche mi cuerpo se trasladaba, el sonido de la cafetera me llama
desde la cocina y quiero sentarme en el baño para desaguar los líquidos que
durante la noche han estado naciendo, transformando el trabajo que todo el
organismo ha completado un descanso que hizo a mi mente viajar por encima de
las casas, subiendo y bajando de las nubes, corriendo por los valles y
conociendo nuevos rostros para desayunar un nuevo día.
Me
conozco, soy la misma imagen que anoche, en la oscuridad de las luces que se
fueron a dormir, en el silencio que gobernaba el pasillo, la tranquilidad que
rodeaba toda la casa, un viento que acariciaba un cielo serpenteado por una luz
estrellada, por millones de puntitos desde los que siento el amor, la mirada de
quiénes han ido completando la oscuridad, esos paisajes que encuentro cuando
mis labios llaman sin sonido, sin palabras, sin necesidad de utilizar el
lenguaje descubriendo los rostros de quiénes se fueron de mi lado, de los
Ángeles que dejaron el cuerpo para recobrar de nuevo sus alas.
Es el
amor lo que recorre mis venas cuando el silencio se adueña de mi cuerpo, cuando
los pensamientos se van guardando en sus cajones, cuando la mirada se convierte
en quietud, cuando la tranquilidad deja un cuerpo completo en su vivir, ese
vivir que es la vida, dicen que es el aquí y ahora, pues aquí y ahora te veo,
te siento a mi lado siguiendo la línea del ordenador donde van naciendo
palabras, corriendo más que antes pues no miro para nada la pantalla,
simplemente son mis manos las que descifran algo que dentro de mí quiere salir,
algo que nace en mis venas y que puedo reconocer sin pensamientos.
Alguien
me da las gracias, siento que todos estamos conectados, que en el desayuno no
comienza el día, simplemente continúa la noche, es ver de nuevo la luz que
ilumina lo que dentro de cada espacio encuentra el lugar adecuado, la manera
adecuada, eso que muchos llaman el interior, bucear dentro de un gran mar donde
las olas muchas veces se salen por los ojos y llegan a desbordar la memoria,
llorar es lo más hermoso que el ser humano posee, dejar que los sentimientos
desborden el río, el gran caudal que llena los espacios que vaciamos al encontrar
de nuevo el camino del corazón.
Corazón
que desborda en una palabra, un sencillo paseo por los recuerdos desde los que
poder ver las imágenes que encontramos en otras palabras, en la biografía de
alguien que aparece en el presente, unas almas que se encuentran para seguir
con su trabajo, trabajo que realmente es la fuerza interior que se enciende,
muchas veces parece que tu fuerza se desvanece, que se desenchufa y el caudal
parece detenerse, pero no es así, simplemente estamos esperando el empujón que
en algunos casos sale de nosotros mismos, o en otras lo enciende quien pasea en
ese momento por nuestro lado.
Quiero
dar las gracias por todo, cuando voy conduciendo doy las gracias por estar el
semáforo abierto, cuando está en rojo, cuando encuentro aparcamiento y cuando
sigo buscando, cuando me caigo y cuando me levanto, cuando algo aparece para
mostrarme una nueva etiqueta que llevo colgando y que sin ese momento no
hubiera podido avanzar, todos somos uno, no es que la suma sea uno, es que la
unidad es el centro, la verdad que todos llevamos para completar, para sentir,
para descubrir que todas las estrellas han bajado a esta tierra y que
nuevamente volveremos a iluminar la noche, juntos en todo.
Gracias
por todo, no tengo quejas de nada,
MIGUEL JOSE CARBAJOSA GÓMEZ
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Publicado por MIGUEL JOSE el 18 de Febrero, 2021, 18:05
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