Enero del 2018
MI DESPERTAR - 12.1.2018
Abro
los ojos dentro de la tormenta de pensamientos que me asaltan durante las horas
en que el día comienza a madrugar, no paran de dar las vueltas necesarias para
ponerse en primer lugar, se adelantan algunos por donde pueden y colocan su versión
dentro de la mente que deja todo aquello seguir moviéndose, circulando a
diferente velocidad por un sueño agotado en el que pude descubrir esos
sentimientos que aún quedan por mi infancia, un niño que desea hacer lo que
quiere y no tiene ningún valor dentro de lo que no puede hacer.
Se
rebela dentro de cada historia, sabe como circular sus palabras durante horas
sin que nada en especial pueda hacernos resumir todo el contenido, es algo
vacío que solo propone frases que encantan a los asistentes por lo bonito del
pareado, pero que no deja salir todo aquello que le atormenta, que le saca de
sus casillas para enfurecerse con quien camina a su alrededor, o de los que no
quiere saber nada en diferentes aspectos de la comunicación, su corazón le
empuja para que su voluntad pueda descubrirle ante él mismo, pero son muchos
los años en que ha realizado el mismo ejercicio.
Un
ego muy potente dadas las circunstancias que me han rodeado, seguramente es la
voluntad la que insiste en colocarse en su sitio, pero son tantos los intentos
frustrados, los banales paisajes en donde se ha sentido a gusto, no mirar hacia
lo que podría hacerle daño, le podría dejar de ser el niño egoísta que todo lo
quiere para él y no piensa en lo que los de alrededor sientes, dibuja sus
colores a su gusto sin preguntar nada a nadie, se hace la imagen de todo
aquello que tiene a su alrededor y actúa por los impulsos de quien no tiene
límites, de quien disfruta de lo bueno y niega lo que no le agrada.
Miro
al presente y veo todos los caprichos que deseo tener, encontrar en la piel la
respuesta al silencio que no escucho envolviéndome en la música para que los
acordes me hagan sentir que estoy cerca del objetivo, una piel que siento cerca
y que al cerrar los ojos me permite dejarme llevar y que mi corazón pueda
disfrutar, pero realmente no es una película de la imaginación, es salirme con
la mía, darme la razón en todo lo que hago que mi verdad va por delante pero el
resto gira a mi alrededor, como si fuera un sol en toda esta galaxia, tomar
cualquiera de los planetas y colonizarlo a mi gusto, a lo que creo que es un
color diferente sin preguntar ni tampoco dejarme aconsejar.
Es
en mi mente donde todo se cocina, donde los platos ya están precalentados y
puestos en la fila correspondiente para cada una de las comidas, sabiendo que
en las cenas también pongo esta mano hacia los manjares que anteceden a mis
caprichos, a los deseos de un señor que tiene el poder de dirigir una orquesta
que no sabe realmente cual es el contenido de las canciones, tampoco ensaya
mucho pues su director sigue directamente con sus manos la balada que tiene en
ese momento entre sus manos.
Mira
al frente y piensa que todos están bien, juzga a través de sus ojos lo que está
bien y lo que no es de su agrado, mira a cada uno colocando la correspondiente
etiqueta y deseo para seguir registrando los sonidos que más le convienen, mira
las flores y se siente amoroso, el amor que su corazón no puede expresar cuando
está decaído o siente ganas de tirarlo todo por la borda, una conclusión que le
hace destrozar todo su interior y empezar de nuevo a construir la ciudad que
años más tarde verá imposible de completar y la volverá a juzgar y a colocar
los correspondientes explosivos para que reviente y pueda creer que realmente
no me convenía ni tampoco me aportaba nada.
Está
bien reconocer, decir con palabras tantas ansiedades que circulan a muchas
horas del día, en esas noches donde no puedo encontrar el sueño que me repare y
distingo muchas sombras que hacen dejar salir los miedos, esas inseguridades en
la que circulamos a menudo por las distintas rutas, el juego que dentro de la
personalidad cimentada sobre años de hacer lo mismo que me ha venido bien, para
descubrir fuera de los sueños, fuera de los juegos, fuera de toda crítica y
mentiras que estoy donde debo de estar y hacer lo que debo de hacer, este es mi
estado ahora mismo y lo dejo escrito para descubrirme cada día esa persona, ese
ser que es maravilloso, inmenso y amoroso como los demás que me acompañan, como
los que forman parte de esta especie humana, y seguir avanzando en la jungla de
mi mente.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 12 de Enero, 2018, 12:27
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MI DESPERTAR - 11.1.2018
Quiero encontrar el portal de entrada al lugar más cerrado de mi ser, es como descubrir que hay algo muy profundo guardado por miedos, por grandes pensamientos que me alejan de lo que en realidad soy yo mismo, ese ser que habla muchas veces desde un corazón que late desacompasado, las notas que emite son imperceptibles para mi cerebro, me vuelco todos los días en perderme con el trabajo realizado durante toda la vida en completar la imagen, la personalidad que me acompaña para desguazar los retoques que cada día veo peligrar ante el milagro de ser yo mismo.
Todo el trabajo que se realiza es para descubrir los secretos, aquellas palabras que remueven los cimientos de toda imagen, la fuerza que los cambios plantean a cada momento en el camino que nos busca, ese camino por el que gozamos de numerosas oportunidades para descubrir la oscuridad, que no es otra cosa que ir guardando lo que nos hace daño y alojamos en una estantería cualquiera, en las bolsas que se recogen en los armarios imaginarios para que los dolores y pensamientos no puedan superar las crisis.
Hablo de crisis cuando encuentro que no tiene sentido el momento, que se oscurece los cielos que me superan, los equilibrios mentales que hacen salir de una tranquilidad para asumir que todo da vueltas y no puedo parar todo aquello que intenta arrasarme, como un viento que sopla con fuerza al salir por la puerta de la casa, como los soplidos que recorren las ventanas para poder penetrar al interior, los aires profundos que se cuelan por la chimenea para llegar al lugar desde donde escucho ese resoplar de un corazón que bombea la sangre con una gran pena, como si la sangre se oscureciera ante los pensamientos de abatimiento.
Aquí reside la fuerza del ser humano, es un ser que piensa, que siente, que descubre y que sabe levantarse de las caídas, son dos pies los que nos sujetan en esta gravedad pero con una fuerza increíble, con maravillosas posiciones para poder correr, saltar y caminar durante horas, así podemos alejarnos, acercarnos o ponernos a la altura de otros en los cielos de sueños, en los mares de lágrimas, en los besos que terminan en calor, en los abrazos que descubres junto al otro, en la conversación donde las palabras van calentando la pasión de sentir, de descubrir, de colorear todo aquello que aparece en el momento presente.
Presencia es la imagen que todos desconocemos con estos ojos en muchas miradas, en los sonidos que nos recorren por toda la piel para penetrar poro a poro en las entrañas que se esconden detrás de la epidermis, de los órganos por los que va atravesando sin tocar nada de la creación, sin descolocar la química que nos hace vivir, de salir por el otro lado y seguir esa presencia estando en nosotros, en el universo oscuro que creemos es nuestro hogar, que podemos tocar con la imaginación viajando en unas naves construidas con los técnicos de nuestra presencia, con la verdad que traspasa tantos muros y tantos montes por los que nos parece imposible penetrar en el fondo de la tierra.
Al final una tierra que nos deja el hogar durante una vida, un planeta que surgió como muchos otros de una explosión de esa gran oscuridad que son los lugares donde permanecen las galaxias, millones de puntitos blancos en la noche cósmica oscura donde la vida, la imagen de esta presencia puede dejarnos sin mente, sin cerebro y sin la presencia de pensamientos que nos puedan llevar al abismo, es el propio abismo el que anida en nosotros para poder saltar, para poder llegar a los confines de cada vida y sentir que desde ese momento ya solamente seremos puntitos, no sé si en algún espacio o en otra dimensión que nosotros por estas fechas aún no somos capaces de descubrir.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 11 de Enero, 2018, 18:22
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MI DESPERTAR - 9.1.2018
Di muchas
vueltas para no aterrizar contigo, fue una mañana en la que cada velocidad me
hacía más tranquilo, las pausas ponían el reflejo de estas manos que
acariciaban el volante, todo dispuesto para dejarme encontrar lo que al final
fue necesario, y mejor de lo que mis pensamientos habían podido argumentar todo
tipo de confesiones, de mensajes en los que me perdí por muchas calles y
glorietas, por distancias que después volvieron a cero y acertaron en la
discreción del silencio.
Me dejé
llevar por el momento, las manos acariciaron sin mirar, notaba que había una
química que no pensaba pudiera aparecer, era como un mecanismo en el que
intentar a la desesperada el pensamiento que me llevó hasta el lugar, mira que
pude encontrarlo antes, pero seguramente no era el momento ni el tiempo en que
había sido concebido, un no nacido que salía del cascarón en el lugar donde mis
ojos no podían llegar a recordar, a visionar las posiciones en que terminamos
sintiendo una profundidad tranquila.
Volamos
hacia una rotonda en donde los giros se hacían al revés, nuestros ojos pasaban
a la oscuridad después de encontrar la luz y así hasta que salimos por una
carretera donde los coches no estaban, donde las pintadas aparecían de color
verde, donde el asfalto seguía descansando entre las ruedas, un volante que
sentía como hablaban las manos, como la fuerza de hacerlo girar se empeñaba en
que fuera en la dirección correcta, pero no podía empujarlo para que me hiciera
caso, para que escuchara las voces que salían de unas gargantas despiertas.
Pasaron
minutos que fueron horas cuando aterrizamos en las pistas, cuando los aviones
que la utilizaron habían dormido en los hangares, cuando las palomas que salían
detrás de nuestros acelerones pudieron vernos desde su cielo, juntos en la
misma posición en que despertamos después de tantos miedos, de esa mirada que
engendra pasión y dolor, todo junto y agitado, todo entre los sudores que
teníamos con esta temperatura que hacía el sol dentro de los sillones, de los
culos que no podían sujetarse solos por las distancias de cada frenada, de los
acelerones que salían de unos pies que andaban corriendo estando sentados en el
mismo lado.
Es ahora
cuando descubro todo el paisaje, los que aparecían en un lado desaparecían en
el otro, era como si nos cambiaran de dirección, como si pareciera que una
pared ocultaba lo que habíamos dejado atrás para volverlo a encender delante de
las pisadas, de unos dibujos que amaban el lugar por donde había pasado un
viento huracanado, había dejado en silencio aquellos manjares que son las
naranjas colgando de los árboles, de los colores amarillos en los que los
limoneros aparecían detrás de unas vallas, de los colores negros de aquella
mirada que pudimos encontrar detrás de uno de los carteles que se estaba
cayendo.
Es la
hora en que recuerdo, en que dentro de mis pensamientos unos se sientan y otros
se encienden, todos dejan su huella y ahora puedo dejarlos tranquilos en ese
despertar que supone escucharlos, sentir como su olor puede penetrar por el
pasillo, por las habitaciones que están vacías, por el sabor que todos ellos me
dejan al entregarme a la botella, un agua que sigue su curso y conecta mi sed
con la mayoría de sueños, esos privados acontecimientos de los que puedo
degustar tras una copiosa comida, de una comida en la que siento mucho dentro
de mis venas y entre las que corro diligente para desafiar al cuello entre el
que defiendo mi verdad, eso que tu ya sabes pero te cuesta descubrir.
Lo
pusimos dentro del mismo mensaje, en diferentes botellas que siguieron el mismo
curso de un río dentro del mar, entre las olas que me llamaban sin escucharlas,
entre los pequeños pajarillos que metían su pico en la arena antes y después de
que la marea pudiera conectar con su fuerza desde la luna, desde el confín de
los mundos que todas las noches se encienden para recordarnos que todo es así,
oscuro y con luces, estrellas que nos colocan desnudos entre el frío de los
planetas y el calor de las líneas que aparecen viajando a la luz, si, a la
velocidad de la luz que dibuja los miles de sueños entre los que me encuentro
ahora mismo, ya, ¡aquí!
Miguel
José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 9 de Enero, 2018, 18:28
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PENSAMIENTO - 4.1.2018
Si tienes miedo, viaja con él, hazte dueño del ego, solo puedes ser consciente cuando realmente encuentras en la voluntad la higiene de haber llegado a la casilla de salida......comienza de nuevo cuantas veces quieras....
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 4 de Enero, 2018, 20:28
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MI DESPERTAR - 1.1.2018
Sabes que
cuando conoces a una persona sucede que te gusta o no te gusta, ahí comienza un
mecanismo que llevamos aprendido, solamente con el sentido de la vista, accedemos
a una grabación que nos enciende otro sentido y dirigimos los pensamientos al
me gusta, si lo hacemos al no me gusta, todo termina, en cuanto al me gusta
empezamos a fijarnos en la piel que rodea su rostro, su mirada que nos
encuentra en el fondo, las cejas que componen un pequeño relato, la nariz que
respira algo diferente, los pómulos en los que enredar más pensamientos.
Llegamos
a los labios y encontramos una nueva aventura, descifrar las palabras que
harían penetrar en su pensamiento, un cuello que sujeta la cabeza, donde el
pelo del color que quieras imaginar puede hacernos sentir diferentes, descubrir
que hay una química que trabaja en el interior para encontrar el momento de
acercarnos y escuchar en el silencio el primer contacto, una palabra, una
mirada, un gesto, el instante nos hace adecuar lo que aparece como encuentro,
después hay toda una serie de estrategias para descubrir que la mujer si somos
hombre o el hombre si se es mujer, pueda encender la mecha de ese amor que
llevamos dentro. Aquí también se puede añadir que el sexo de la otra persona no
necesariamente ha de ser contrario, pues entro en todas las opciones de hombre
a hombre y mujer a mujer.
Esto es
maravilloso, estupendo pues nos hace encontrar el camino para el desarrollo de
la especie, para descubrir que algo nos mueve dentro y que toda esta fase es
primordial para vivirla en cualquier etapa de la vida, esa vida que nos hace
milagros en cada experiencia, pero debo dirigirme a lo que siento, detrás de
esa piel, de esa mirada, de ese contacto en el que las manos, los labios e
incluso el cuerpo puedan encontrar, hay un cuerpo compuesto por millones de
células, que detrás de la piel hay unos músculos, unas venas, unas arterias,
unos órganos que hacen desarrollar la vida y un mecanismo inmenso compuesto por
dos células, una obra de ingeniería que nos hace seguir estos pensamientos, y
descubrir que somos diferentes, que somos de una especie lograda al mil por mil
en este inmenso mundo del universo, de la creación de alguien o de algo.
Cuando
doy un beso no descubro todo el mecanismo del cuerpo ni de la mente, solo el
instante de sentir los labios de esa persona con la que me descubro, con la que
dejo todo el presente y enciendo algo que con palabras me resulta muy difícil
de reproducir, y además se que la sangre se vuelve más deprisa en su recorrido,
que el corazón bombea más fuerte y que la fuerza de mi cuerpo hace que pueda
descubrir que dentro de mí que hay algo superior a la vida, algo que me hace
dibujar este momento como si fuera una acuarela de colores nueva, sin utilizar
en otras experiencias, esa hoja en blanco donde poder anotar el contacto de las
dos pieles en un punto concreto, ese punto en el que hace recorrer una
sensación que solo los humanos podemos narrar, pero toda la vida entera sabe
que el amor es parte fundamental de todo este sabor que la ciencia y los
hombres aún no hemos podido copiar, ni imaginar que algún día logremos
entender.
Lo cierto
en mi caso es que el beso, como la caricia en la piel, como el abrazo, como la
mirada penetrante, como tantos actos que nos mueven en cualquiera de nuestros
pensamientos, me hacen encender una luz que desfigura todo lo que nuestra
imaginación pueda colorear, que diferente es pensar en un beso que sentirlo,
que encontrar en ese sentimiento la dulzura de ver a tus dedos dibujar en la
piel esa imagen del corazón sin saber que algo o alguien ha puesto todo ese
programa para guiarnos a algo tan profundo como es descubrir ¿quién soy yo?, ¿quién
eres tú?, ¿quiénes somos nosotros?
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 1 de Enero, 2018, 0:41
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