Octubre del 2017
MI DESPERTAR - 28.10.2017
Dibujo
en la locura de escuchar como el pincel se pasea por la cartulina, jugar con el
palo que persigue los colores para endulzar una merienda, los rayos de un Sol
que entra por la ventana sin dejarle pasar, ver como disfruta entrando en la
oscuridad de los muebles, en la soledad que la habitación invita para descubrir
sus colores, los pinceles que pasearon por sus paredes después de haber entrado
en contacto con cada color, con el calor de unas manos que dirigían la fuerza
de enderezar unas rectas que se volvieron curvas y unas formas que desaparecían
al distribuir los cantos de mi lengua.
Esta
lengua que dibuja los sonidos en los que me envuelvo cada vez que me miro a ese
espejo cerrado, a los reflejos que impiden pueda verme como el sentimiento me
hace discutirme a mí mismo, me encuentro de frente con lo que mi madre puso en
su vientre y ahora puedo escucharla decirme que me quería tanto en las frases
que intento descifrar después de su muerte, después que aquel cuerpo
desapareciera entre la fuerza de la piedra que la recubre y los besos tan
tiernos que olvidé después del paso de los años.
Era
tan pequeño que la distancia me impide llegar a ella, es como si no hubiera
vivido esos años en mi mente pero en mi inconsciente sigo ligado a ella, entra
por la ventana sus palabras, sus caricias de aquella piel que sentía como mía,
de sus regaños como imberbe, de sus cariños en forma de frases, de la manera en
como sus manos tejían mi cabello encima de una pequeña mesa que en la cocina
representaba el momento de comer todos juntos, de encontrarme en la familia que
me crio y de la que fui testigo del principio de mi vida.
Es
verdad, de esta vida regalada, encontrada después de que mis padres escucharan
su amor, esculpieran la figura de carne que se diseño en el amor maravillosos
de dos seres increíbles, dudas de que tus padres buscaran otra cosa que seguir
el sueño del amor, de que la mirada que encontraban no era mas que el mismo
reflejo de quiénes eran, las personas tan maravillosas que la empresa de los
papás pudiera jamás reconocer.
Ambos
son y serán siempre, por lo menos hasta mi muerte, las personas más
maravillosas de ese Universo que componían ante mis ojos, de los cariños que
descubría en sus pequeñas trifulcas, en esas riñas que todos tenemos en algún
momento, en esa fuerza que la vida nos imprime después de certificar nuestra
muerte, de esas radiografías donde vemos a un nuevo ser empaparnos de vida, de
unos besos imposibles de borrar, de una mirada que se imprime en el corazón
para siempre, siempre, dejarnos el calor de estos momentos donde mis ojos
vuelven a humedecerse.
Claro
que lloro, me encanta llorar por todos, por todas incluso por mí mismo desde
estos párrafos en los que es imposible dibujarlos con acuarelas por el gran
calor del color que imprime el vientre materno que cada una de las mujeres
llevan en el interior de sus corazones, hombres que sueñan con encontrar en el
amor de su vida la fuente de la que todos emanamos, el nuevo horizonte que nos
va llamando lentamente para encontrar de nuevo la vida, la muerte, la sanación
de ser de nuevo humanos.
Gracias
por encontrar la paz entre tanta palabra, entre tanto pensamiento que se
desborda como el agua en los cántaros llenos de luz..............
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 28 de Octubre, 2017, 16:39
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MI DESPERTAR - 25.10.2017
En mi largo caminar por las aceras de esta
ciudad puedo contemplar como los besos se pasean tranquilamente en unos labios
que deciden salir entre los árboles de las calles, alrededor de una fuente que
despierta su caudal con el goteo incesante de una claridad presente en el
sonido del silencio, un lugar desde el que mis sensaciones apuran los pasos
dejando detrás el camino recorrido.
Esos besos que se asoman a los labios de unos
que caminan despacio buscando la soledad de las arboledas, los bancos
solitarios que abrazan sin sujetar, los pies que se centran en ese suelo que
todos los días duerme delante de nuestros ojos, de las losetas que parecen
acariciarnos cuando buscamos un lugar para sujetarnos en nuestra marcha, en
esos pequeños lugares que se destinan a unos niños que corretean, que se miran
y dejan sentir sus pequeñas manos con los juegos y con unas palabras que
solamente ellos conocen.
Es la alegría de la mañana, el recreo de los
comedores, la tarde con su merienda en los jardines que esperan la alegría de
tantos cantores, de un correteo de niños de un lado a otro, de un columpio a
una figura que se mueve con los golpes de sus pequeños movimientos, unas
miradas que recorren ese finito que pueden contemplar según la altura de su
vida, esa mirada que encontramos en los que desde su carrito esperan a que su
cuerpo pueda colocarse sobre esos pies que aún siguen desarrollando la vida.
Los demás están en pequeños grupos, son los
causantes de todo aquello que en lo infantil comienza a distribuir los sueños,
los hombres y mujeres que dejaron a los besos salir de sus labios, que
encontraron en el silencio el comienzo de la vida, de la misma en la que se engendraron,
de la vida que nos besa en cada esquina,
en los abrazos que descubrimos cuando la amistad enciende la pasión, cuando la
pasión nos inflama para seguir el proceso que de alguna estrella de la noche ha
podido venir.
Sin alguien nos creó es porque a él también le
crearon, porque en su vida o digamos en su proceso los besos fueron la gasolina
que encendió una idea, un descubrimiento que todos sentimos desde que salimos
del vientre materno, incluso de esos que escuchamos tras la piel todos los días
que la mano de su mama puede recorrer su pequeño cuerpo, su pequeña vida que
hará del mundo otro nuevo invento para disfrutar de la felicidad.
Sí, todos somos felices aunque nos escondamos
detrás de unas capas construidas para seguir el camino, para llegar a los
límites desde los que mirar el campo, las calles, las casas y todo aquello que
aparece después de la tormenta, de una lluvia que no empapa sino que deja el
ambiente húmedo, pues esos labios que ahora cierras son la entrada de la vida,
el lugar desde el que la compasión, la dulzura, la empatía y tantas y tantas
más nos hacen encontrar en este instante el propósito que un meteorito llega
hasta el lugar y nos deja el fuego que siempre arde dentro, sabes?, en el
templo que llevas dentro, en el interior que escuchamos cuando nos quedamos en
silencio.
Gracias, un beso,
Miguel José Carbajosa
Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 25 de Octubre, 2017, 11:04
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MI DESPERTAR - 24.10.2017
Hoy
pintabas el amor sin escucharme, no me mirabas porque leías entre mis labios
los sonidos que en el silencio dejaban volar estos momentos en que nos vamos
descubriendo, ciertos sentidos que pueden llevarnos hacia el pasado, entre las
mezclas de una vida terminada y un futuro que sucedió después que el presente
iniciara los trámites de entregarte al desánimo, a la locura de encender de
nuevo esa luz que pronto podrás ver.
Es la luz
de un otoño donde las hojas esperan su turno para caer desde los árboles, para
volar por los vientos que describen caminos, por las lluvias que harán
desaparecer las nubes, por esos truenos que cantan la llegada de otro año, de
la letra que los niños aprenden para tararear en sus clases la mañana llena de
alegría, de entusiasmo, de velocidad dentro de cada aula, en los pupitres que
colorean las manos y los papeles blancos.
Tu cuerpo
de mujer espera la llamada de el mismo momento que cuando nacías en la
naturaleza, de cuando los árboles se agachaban para ver tu pequeño cuerpo y
jugar con las pequeñas ramas deshaciéndote los cabellos plateados que
jugueteaban en tu cabeza, de mirar las flores que se volvían ante tus lágrimas,
de acercarte al hogar que los castores habían construido para que pudieras dormir en las hojas que ahora tapaban tu
pequeña piel.
Descansa
en tu nido de vida, en la fuerza que los mares dejan en las playas, en la
potencia de esos árboles que encontramos saliendo de entre las peñas, de las
plantas que aparecen entre el hormigón y las
aceras, en las paredes de muchas viviendas donde siguen encontrando las
grietas por las que respirar, por las que encontrar el calor de un sol que las
espera todos los días abrazando sus tentáculos sujetos a cada esquina.
Llega la
oscuridad del otoño, los días tan pequeños que nos cobijan entre sus abrigos,
las pieles que llegan a escuchar las canciones que seguimos escribiendo para
encontrar esa felicidad que tenemos bien guardada, que el pasado verano dejamos
escapar, volar por todas las praderas, inundar los campos con el aroma de las
gotas de nuestro calor, de nuestra imaginación despertando de nuevo en el clima
de nuestro cuerpo.
Ahora
entiendo que me puedas seguir, que encuentres en estos párrafos tu señal, tus
momentos en los que miras al cielo y descubres las estrellas también durante el
día, que escuchas como la luna se pasea entre nosotros, como ilumina la
oscuridad de la carretera, de la cada donde habitas, de esos campos que se
encienden como el día al ver llegar lo que nos dicen que es un satélite, pero
que entendemos que está con sus ojos mirándonos, escuchando nuestro silencio,
sintiendo el frescor de las noches donde los pinos pueden dormir con sus alas
abiertas en el calor de los gorrioncillos durmiendo en sus propios nidos.
Miguel
José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 24 de Octubre, 2017, 13:02
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MI DESPERTAR - 23.10.2017
Luz después de vida, la mirada interior
comienza a dibujar un momento en que llegamos al lugar destinado, algo que no
sabemos, que la conciencia nos deja en la oscuridad para continuar los pasos,
los caminos que tenemos que colorear para la distancia de esa vida que nos
insufla el aliento en cada bocanada respirada, unos pulmones que transforman la
vida en algo químico para que nuestro cuerpo, la forma que está marcada, pueda
conformar una transformación dentro de estos límites.
Llegamos después de que algo muy profundo esté
esperando a encontrar las condiciones adecuadas para que el plano de cada
individuo pueda generarse, nunca sabremos por esa conciencia, por los sentidos
que tenemos para descubrir el mundo, la manera en que jugamos en esta
circunstancia, el papel que tenemos escrito dentro de alguno de los
compartimentos imposibles de descubrir con procedimientos de laboratorio.
Digo que el laboratorio está dentro, contenido
en los mensajes que van saliendo de una profundidad que no tiene límites, en
una condensación que cuando nos esparcimos podemos encontrarnos en una
inmensidad siendo inmensos, es el origen de todos los tiempos, el mismo tiempo
que desaparece para encender esa gran luz, la gran aventura que nos espera
después de haber viajado en el mismo tiempo que inventamos para nacer y morir.
El universo vemos que es oscuridad, no una
oscuridad sin espacio, ni un espacio lleno de barreras, es solamente el lugar
escogido para todo el mecanismo que no descubrimos en cualquier experimento, es
llegar hasta el infinito que consideramos finito pero que después sigue el
desarrollo de algo más, como cuando llegamos al filo de una montaña y nos
encontramos más valles después.
Vamos conociendo en los momentos determinantes
y olvidando cuando es necesario completar otra etapa, somos meros estudiantes
de un método que no encontramos en los manuales, ni tan siquiera en las
enciclopedias que escribieron civilizaciones antiguas, aunque viendo sus
manuales podemos reconocer que llegaron lejos, pasaron muchas montañas y
después todo se extinguió.
No entendemos como en el espacio tiempo puede
suceder que lo anterior desaparezca tan completamente, los conocimientos de los
egipcios no podrán completarse por algo que es la distancia del tiempo, no
puedo reconocer que todo se haya desintegrado, que solamente lo físico en sus
monumentos, en algunos códices puedan haber llegado hasta nosotros y que el
resto no volvamos a reencontrarnos con ello.
Hay tantas hipótesis que pueden llevarnos a un
caos, que me pueden hacer pensar situaciones que ahora mismo no me sirven,
solamente ver el mundo actual, la sociedad en la que estamos inmersos, el
hombre volviendo a ser el protagonista de la evolución y también de la posible
extinción del mundo, todo dentro de un contexto de cien años de ese tiempo que
pasa por todo y que linealmente no existe, simplemente el recuerdo en la forma
en cómo cada uno pueda guardarlo.
Seguramente la tierra es mucho más inteligente
y tiene sus mecanismos para que todo vuelva a empezar, para que desde la
destrucción pueda volverse a regenerar y completar otro nuevo ciclo de vida,
otras nuevas especies que sigan aportando ese maravilloso amor que seguramente
descubriremos en la luz, en la inmensidad del cosmos donde todo parece volver a
encontrarse.
Miguel José Carbajosa
Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 23 de Octubre, 2017, 14:31
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MI DESPERTAR - 19.10.2017
Sigo durmiendo entre palabras, los
sueños invaden mi mente, encriptan la imaginación y no dejo de pensar hasta
llegar a este párrafo, siento mucho el no dibujar lo que ahora mismo nos
difunden, nos invaden por las ondas hasta llegar a un nuevo descubrimiento
histórico, seguramente ninguno tiene la culpa, estoy convencido de que la razón
invade las dos partes, pero no puedo comprender como se puede dividir una
sociedad, como se puede llegar hasta el último escalón detrás del que ya no hay
suelo, es el abismo.
Si el abismo de la insensatez, estamos
acostumbrados a que los gobernantes puedan seguir con una hoja de ruta
imposible de modificar, de como unas mayorías no pueden expresarse porque no
tienen la herramienta necesaria para colocar los números sobre las actuaciones
sordas, es verdad que no puedo dejar de lado a todos, ni a unos ni a otros,
pero el anteponer la ley a la política es seguro que el fracaso es su final.
Utilizar la cárcel para cerrar
voluntades, arremeter con todo aquello que no está en su ley, sabiendo que
dialogando, hablando mucho y escuchando más, se puede llegar a otro escenario,
a una nueva época desde la que sentir que los años hacen que las normas puedan
quedar desfasadas, tenemos que seguir a pesar de haber llegado a uno de los
límites imposibles de hacer reflexionar, tenemos que volver al diálogo, cambiar
lo que no se ajuste a los momentos actuales.
La sociedad somos todos, tu y yo, todos
los que piensan diferente y que pueden coexistir juntos en una misma ley, hay
que volver a la ley y entender que en estos juegos no hay vencedor ni vencido,
no es una guerra donde colocar más soldaditos en uno de los bandos, decir que
es la mayor verdad aquella que se respalda con los policías, seguramente lo más
orgulloso es entender que te has equivocado, que puedes volver al principio y
entenderse.
Dialogar, hablar sin condiciones,
encender todas las luces de la habitación donde las palabras puedan guardarse
en las mentes de quiénes se han levantado para continuar con la gran acción de
dirigir los destinos de aquellos que llenamos y vaciamos las calles, los que
suben al autobús y los que viajan por las carreteras con sus familiar, todos
incluidos esos niños que el día de mañana juzgarán y verán que otro futuro es
posible.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 19 de Octubre, 2017, 13:12
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