Enero del 2017
MI DESPERTAR - 30.1.2017
Vuelves de la noche para entre abrir unas ventanas
que creías ocultas, una panorámica que puede equilibrar las pasiones por las
que puedes encontrar tus caminos, los escenarios en donde colocar las piezas
necesarias que te hagan disculpar las enemistades con la fuerza del destino, un
horizonte que se ha construido con las persianas que arropaban la casa, la
ciudad donde completas toda la información de un lugar cerrado por la humedad
de las lágrimas, por la entereza de un pilar construido con toda la amargura
que pudiste absorber en esos cuentos que aún siguen dando vueltas por tus
pensamientos.
No me entiendes y eso implica que estamos de
acuerdo, finges dormir pero mis palabras te despiertan en la estancia donde nos
conocimos, donde pasamos la mitad de nuestras vidas para encontrarnos de nuevo
al pasar la muerte, al encender de nuevo la vela que se consume con los siglos,
con el tiempo que aparece detrás de cada sensación en la que nuestro cuerpo
descubre después de que nuestras salidas escucharan las letras que en el
espacio viajan a una velocidad distinta a como pudimos encontrarnos.
Se que nuestros caminos se pararon para pisar la
línea que abría la señal, los colores que nos dispersaron para seguir corriendo
sin entender las pisadas, nuestros pies sabían donde colocar la huella que
todos dejamos detrás para llegar a unas metas desde las que volver a iniciar la
salida y saber desde estos cantos las sesiones que parecen historias guardadas
en los baúles que transportan las mercancías, los vagones repletos de ilusiones
que descarrilan ante la facilidad que tienen los ejércitos de conquistar batallas
vacías, soldados sin uniforme y armas que pueden disparar el viento y las gotas
de lluvia.
Espera a que mis palabras se entorpezcan de nuevo y
puedan dejar los raíles de este tren fuera de los caminos, en las alturas que
empiezas a descubrir, en los valles por donde dejas caer tu cuerpo en la
profundidad que aparece en tu cuerpo, siente que estoy vaciando la fiera que
tengo dentro, el animal que hay guardado entre la espada dorada y la pared
humeante del fuego eterno, si, claro que puedes pasar, te estoy esperando
sentado pues mi peso hace que no pueda sujetarme al abismo, a esa nada que
aparece y desaparece para completar el puzzle en el que dormimos juntos.
Cierra las persianas después de haberte marchado
para entender que tu sombra viaja por detrás, que tus manos llegaron antes de
que empezaras a nacer y de que tus emociones murieran en una noche que dejaste
para el futuro, ese pasado que aún tienes que vivir para descubrir el tesoro
oculto en una locura desde la que entregarte al momento en que vivirás solo,
despejado de cualquier especie de la tierra y ahondarás aún más en el agujero
negro que el espacio está creando para que puedas renacer de nuevo, muere
pues!!!!!!
Miguel José
Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 30 de Enero, 2017, 16:48
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MI DESPERTAR - 29.1.2017
No
quiero verme, dejar que el espejo se quede vacío, que las lágrimas se escondan
detrás de la pared, que las puertas no puedan escapar de sus anclajes ni las
ventanas puedan esperar a los rostros asomarse a un viento que se marchó al
amanecer, no quiero entregarme a ninguna de las llamadas que aparecen en la
pantalla ni a los interlocutores que hablan sin esperar una respuesta, el
silencio que rodea completamente y puedo verme intentando encender la llama que
pueda calentar mi aliento.
Te
poseo lentamente mientras escuchas la música que abre nuestro corazón, la
mirada que se pierde en el cielo con el techo tapando las estrellas, la madera
esperando tus pasos que se cuentan dentro de cada caricia, esa espera que
tienes entre cada uno de los mensajes que tu cuerpo puede descubrir, que tu
organismo sigue trabajando en calcular los tiempos que reúnes dentro de cada
palabra, de cada una de las letras que intentan acercarse a las frases que un
día pudiste escribir con estos labios que ahora mismo cubro con el cielo
encendido.
Son
mis anotaciones las que aparecen debajo de cada susurro, los lugares por los
que va pasando mi mente y apareces de nuevo en las grabaciones, son
pensamientos que dejaron el lugar vacío para encontrarme en el pasillo, hacerme
llegar tu figura y poder descubrir el secreto que llevas guardado, ese tesoro
que almacenas en las venas por donde devuelve tu sangre aquellos deshechos que
siempre se marchan para depurar tu piel que envuelve de nuevo tu cuerpo, tu
mente y ese espíritu que juguetea cada madrugada en estos sueños que me acabas
de realizar.
Empiezo
negando mi sombra, la que sigue despierta en aquellos caminos por los que
descubro mis sentimientos, por los llantos que abandonan estos desiertos que se
llenan de agua en un polvo de pequeñas piedras que llegaron un día a
convertirse en barro, figurando en las esculturas que tienes debajo de tus
pies, en las rodillas por las que sujetas tan bonito discurso, en la cintura
donde tu pantalón se sujeta con firmeza a una piel que camina desnuda por los
anteriores cimientos de cada una de tus respiraciones.
Es
la hora que marca nuestro comienzo, marchando cada uno por las calles que se
limpian de ceniza, que recubren la tierra que debajo sujeta toda la ciudad, que
se enredan dentro de cada noticia y pueden discutir sin empujarse, sin marchar
sujetando sus casas a otra ciudad, porque siempre esperan a que la semilla siga
dibujando el mapa por el que nuestros hijos encerraran los miedos y culpas que
llegaron a sus mejillas en la espera de encontrar la felicidad de cada uno de
sus momentos.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 29 de Enero, 2017, 15:01
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MI DESPERTAR - 28.1.2017
Siento colorear el cielo de azul, llenarlo de espuma
entre los rincones por donde se escapa de mis ojos, saber que estás debajo como
aquellos sueños en los que volamos juntos por el contorno de este planeta, unos
arcos que nos inclinaban sobre las orillas de unos ríos que volvían a nacer
después de las nubes negras que las ocultaron varios días, algunas semanas en
las que seguían durmiendo sin entender que los vuelos esperaban encontrar
aquellos asientos en los que seguir la mirada de una quietud imposible de poder
conocer.
Con los pies descalzos encuentro los colores que me
dan la imagen que deseo encontrar, empiezo por los oscuros debajo de las
piedras y sigo oscureciendo los márgenes para establecer el límite en donde
poder encontrar mi historia, las páginas a rellenar por datos que siguen
nublando las estrellas, esas que por las noches dejan la huella para que
durante el día pueda reconocer los lugares por donde estaba en cada sueño, en
cada encuentro que paralizaba mi respiración y hacía bajar a esos infiernos que
guardamos en la penumbra de cada incendio.
Son las llamas las que pintan las paredes, el fuego
eterno el que sigue asomado a las ventanas, a las puertas por donde pasa el
viento, la luz y tantos enemigos que se apuestan despiertos para quemar tantas
letras que siguen perdidas en la mente, pensamientos que pasaron por los valles
desnudos para garantizar la cosecha de tanta especie, de los lugareños que
durmieron en las posadas por donde el camino se asienta, por donde los viajeros
pueden reconocer el mismo lugar en donde durmieron sin encontrar de nuevo la
misma habitación.
Eres la penumbra quien ahora me habla, se deshace de
todos los nombres para recobrar la estatura, la edad que siempre has soñado
poseer y que ahora has traspasado para cumplir estos deseos que siguen
corriendo ante los sentidos, la madurez que tiene sus raíces en los pasados
incumplidos, en los registros que cada uno puede buscar después de que los años
y las criadas nos hayan vuelto a destapar en la cuna donde nacimos, entre los
pañales que pudieron darnos el calor que sigue dentro de cada uno de los
corazones que laten en los frentes abiertos durante la madrugada.
Vuelvo del camino y empiezo una nueva aventura, eres
mi socio predilecto y tienes el galardón de haberme interpretado en diferentes
papeles, desde mi padre hasta el novio de mi madre, desde la abuela hasta la
cuñada que tiene su mirada puesta en los relojes, ese tiempo que dura mucho más
que cualquiera de las curas con el algodón que sigue impregnado de todo el
tesoro que acuñas en tus manos, esos dedos que indican la cantidad y una piel
que impregna la calidad en este momento en que sigo esperando que mi cerebro
pueda recuperar el sonido.
Miguel José
Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 28 de Enero, 2017, 16:37
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MI DESPERTAR - 24.1.2017
Imagino en los túneles que la experiencia me hace descubrir,
salir por aquellos susurros que las voces dejan en los lados del silencio para
acariciar las mejillas de una pequeña escena dentro de cada uno de los millones
de personajes que todos los días interpretan sus mejores papeles por los que no
logran ningún óscar pero sí merecidos encuentros dentro de cada especie,
mejorando en el devenir aquellos mensajes que se instalan dentro de cada uno de
esos registros que el universo guarda celosamente para entender esa historia
que sigue viviendo en cada hombre y mujer.
Encuentro entre los papeles imágenes de aquellos recuerdos
personas que han aterrizado en el margen de muchos besos, en los contornos de
silencios en los que las miradas tenían acento extranjero, las ideas que
aparecían dentro de cada papel podían retroceder millones de los años que
pasamos dentro de esta esfera, pero el sentido escucha cada noche el sueño
eterno de los episodios que siguen vivos en estas escuelas que nos hacen
recorrer esos metros necesarios para seguir caminando en la oscuridad que algún
pasado nos hizo guardar.
En la capacidad de hombre puedo descubrir como el complemento
femenino nos hace desenterrar las caricias en las manos que recorren desde una
punta a la otra la piel que nos envuelve, esa piel que nos escucha por los
poros en donde penetran el oxígeno y demás materiales que hacen seguir elástica
la flexibilidad que un organismo puede completar, una máquina que sigue
encendiendo los lugares como el fuego hace calentar el lugar que rodea en cada
expresión.
Sería imposible poder completar con estas palabras el
sentimiento que recorre mi cuerpo cada vez que la imagen vuelve a recordarme,
cada ocasión en la que abro la ventana y puedo ver el valle de distintas vidas,
de horizontes que se acercan cada noche para chivarme el siguiente horizonte
que se esconde de mis ojos, que sigue vivo en la tierra que se aleja cada vez
que corremos sin respirar hacia la línea que divide la vida y la muerte, el
cielo y la tierra, el Sol de la luna, las estrellas de muchos planetas que nos
miran en las noches y nos dejan dormir en los días.
Te apuntas a mirar el cielo, a reír debajo de las nubes cuando
corren por encima de las ciudades, a escuchar el agua cuando brota de la tierra
para seguir su camino en el fondo de los mares que nos rodean hasta llegar a
borrar de la arena las señales de esta vida que aparece dentro de cada mensaje,
de esas botellas que se llenan de palabras para descubrir al otro lado que las
personas pueden hablar en una distancia imposible de poder acercar.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 24 de Enero, 2017, 8:55
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MI DESPERTAR - 21.1.2017
Vienes de una foto donde las emociones encierran un pasado, unas raíces profundas de un árbol en cuya savia viajo hacia las ramas, debajo de cada una de las hojas que van naciendo bajo las estrellas que caminan todas las noches por la oscuridad de tantas tierras, una estampa que cierra los sueños con unos colores que dibujan por el día mil arcoiris que descubren los pequeños ojitos que acaban de enterarse de su nombre, de las miradas que encierran muchos secretos aún por descubrir.
Estaba junto a tu rostro cuando comenzamos la aventura, cerraba estos ojos que ahora caminan entre las palabras para encontrar en la oscuridad de la habitación el camino para viajar hacia un encuentro, algo inesperado por no tener la imagen perfecta en este segundo que dirige sus palabras, escucho con destreza la ruta que quiere entregarme para acercarme a estos guiones, a lo que se perdió con el tiempo y con el paso del polvo que guarda la tierra y que vuelve de nuevo a la vida para completar otra pasión en directo.
Seguro que me sigues, que entras en ese silencio donde las palabras esperan con varios nombres, con siluetas inesperadas, con frases que desaparecen detrás de cada bombeo de sangre que este corazón hace fluir por las arterias en el viaje que cada pequeño espacio de tiempo emplea para seguir con la vida en su estado puro, despejando el aliento de vida que entra por la nariz y por la boca sin esperar a dejarlo pasar con nuetras manos.
Te sujetas a mi cuerpo y esperas que el viento no te afecte, que la noches no te haga sufrir, que los amaneceres aparezcan despiertos después de haberte dormido en los mismos horizontes desde los que impedías volver hacia atrás, seguramente esperabas que otros brazos te esperaran, pero era mi cuerpo el que aparecía de nuevo para empujarte hacia la verdad, esa verdad que solamente tú puedes entregarnos, que sólo tu puedes reconocer antes de salir por todos los lugares de esta llamada.
Es de noche ahora mismo y la luz que aparece en lo difícil del camino es aquella luna que nos enciende por las noches y hace que los campos de encuentren con unos colores oscuros, que las siluetas puedan aparecer y desaparecen tras nuestros miedos, que la aventura de llegar hasta las cimas puedan reponer esas fuerzas que el tiempo quiere dejarnos escondidas, que las llamadas no lleguen a empezar a sonar ni tampoco el amor que descubre el mismo camino que has tenido desde tu pequeña infancia.
Me quedo encerrado en la emoción, en la fuerza que siento por haber luchado por encontrarte, por saber que era importante para esta curación, para la misma palabra que estaba buscando en la oscuridad de la inconsciencia, en un lugar que parece escondido muy dentro y que sin entenderlo siempre queda guardado para en cualquier momento poderlo descubrir y llegar hasta el fondo donde se guarda todas aquellas memorias que fueron importantes cada una de ella en su preciso momento.
Gracias a todos porque ya se de donde vengo, seguramente el futuro me irá mostrando hacia donde voy asíque esperarme despacio para juntarnos en otras de las moradas que aquellos pasados nos hicieron construir estos futuros que llegarán cuando menos los esperas.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 21 de Enero, 2017, 17:02
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