Septiembre del 2016
MI DESPERTAR - 30.9.2016
Escuchas como la tierra enciende los días, hablas con las
palabras que quedan sin vocales ni consonantes, miras desde las manos los
momentos en que dormimos despiertos después de pasear por los sueños la
compañía de unos dedos que imaginan pequeñas verdades, todo dentro de una
poesía que empieza a despertar para entregarse a esa escena en la que te ves
descansando en lo alto de una gran montaña que se conquistó sin fuerzas ni
llantos.
No sabes porque las palabras no pueden dibujar lo que sientes
cuando hablamos en la oscuridad de los párrafos, cuando dejamos correr el
tiempo que no existe en unos relojes que dejaron de hablar, todos esperan que
viajemos junto a la orilla de unos mares que desaparecen cuando la soledad
sigue encogida dentro de una botella, de un vaso que rellenó su espacio con el
amor que empujamos en la noche blanca de unos almohadones sin memoria.
La risa empieza a dejarnos sentir, esos sentidos que nos
hacen perder el aliento, las ganas de comer, el descanso que surge después del
trabajo, el color que viene después de teñir las voces, las alargadas figuras
que diseñan los ríos cuando bajan de aquellas colinas en donde la lluvia
esperaba tranquila a rellenar los surcos por donde fluyen los segundos, esos
segundos que no se corresponden con los números que imaginas contar desde tu
mente.
Cuando mires esta letra verás como dentro de las palabras se
esconde el pensamiento, esos manjares que aparecen y desaparecen entre la oscuridad
de un lugar que no tiene nada como forma, solamente un lugar dentro de otro
lugar para guardar los secretos que siempre he soñado contar al mundo, al
universo en su explosión de inmensidad, de pequeñez dentro de cada cuerpo, de
grandeza en la infinitud de esos momentos en que te puedo decir que te amo.
Un amor que deja fuera de combate a la ira y la gula, un amor
que pinta las paredes del corazón de un color indefinido, un amor que habla
desde la fuerza de una sola célula, un amor que desborda este mar en el que nos
colocamos para dejarnos llevar como una pequeña barquita, esa barquita en la
que paseamos todos los placeres de un vida llena de regalos como habernos
conocido en esta misma página, así podremos llegar a circular dentro de las
esferas que seguramente seguirán acompañando a este mensaje.
Miguel José
Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 30 de Septiembre, 2016, 11:35
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MI DESPERTAR - 18.9.2016
Sentada detrás de la pantalla encuentro tu cuerpo, es tu espalda la que se desnuda para que mis labios puedan escuchar tu silencio, tu mirada se abre cada vez que nuestros besos se entrecruzan y dejas de mirar al lugar desde donde puedes salir a ese mundo que te espera, nadie nos ha visto juntos porque el resumen está escrito, somos dos personas dentro de una misma habitación que al no conocerse pueden ver el espacio que nos recubre con el frío del ventilador.
Se que no esperas que nadie ponga palabras a lo que siento cuando entro dentro de la misma esfera, una redondez que enciende los sentidos, nunca puedo llegar hasta otra mujer sin dejar de escuchar la canción de la vida, es como si pudiera entender los sentimientos de aquellas personas que entran en el espacio de la escucha, el corazón que dirige tu cuerpo está dentro de los años que has vivido, no puedes salirte de un guion que se escribe con los colores que designa tu cerebro.
Quiero con estas palabras acercarme a esa felicidad que tus ojos contienen, que el fondo donde tu retina atrapa las imágenes pueda respirar al sentir la sinceridad que mis canciones pueden llegar hasta tu garganta para que sigas dejando atrás los momentos de incertidumbre, los calambres de aquellos mensajes que te dicen que no puedes hacer, que no estás preparada, pero sigo escuchando la fuerza de un corazón que cuando ama puede derribar muros y pasearse por las fronteras sin necesidad de saltarlas.
No pienses que quiero encontrar en tu mirada unos besos ajenos, ni que tampoco puedo llegar hasta tu libertad para encender un fuego que no me corresponde en los pliegues de esa piel que puedo descubrir en una desnudez que la mente espera abrir con los dedos de cada mano, pero si que te puedo dejar unas palabras que señalan el cariño que una mujer como tu espera sentir de la vida, esos momentos donde la aventura sigue a los numerosos lugares donde tu risa y tu simpatía pueden abrir muchas de las ventanas que crees cerradas.
Gracias por llegar hasta este párrafo sin encender las alarmas que muchas personas despejarían de los miedos por los que pasan todos los no entendidos, los no comprendidos e incluso sentirse atacadas por unas miradas que no tienen otro objeto que dejarse llevar con el sentimiento de un corazón libre, de un sentimiento eterno de las almas en las que descansa el final de todo principio, donde el futuro quiera hacerse un hueco, pero lo que aún no existe nadie lo puede recordar.
Es una saludo a una nueva estructura en la que en una misma habitación convivimos personas que llegan hasta los confines de cada aventura y comparten la esencia de la vida, la felicidad que reina entre los mortales que un día nacieron de una disciplina en la que siguen afectados todos los seres vivos, así es el ciclo de la vida, seguir por las fronteras que un día nos separaron para acercarnos mucho más a ese silencio que nos espera en el infinito de cada una de las estrellas que encenderán de nuevo los cielos esta noche.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOS el 18 de Septiembre, 2016, 13:59
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MI DESPERTAR - 17.9.2016
Que gracia ver que soy una niña enfundada en un cuerpo de chico, seguramente podría comenzar la historia dejando a un lado los recuerdos para descubrir que dentro de mí hay un sexo diferente, pero todo esto no es verdad, es el producto de unos pensamientos que me hicieron eco cuando mi madre me comentaba que mi padre no me quiso al nacer porque era un niño, como si después de nueve meses tuviera que ajustarme a sus caprichos, algo que el aliento de la vida no tuvo en cuenta.
Gracias a este maravilloso universo nací varón, ahora después de los años pasados dentro del mismo cuerpo descubro que los juegos a que la vida nos somete son vulgares raciocinios que nos pueden hacer salir de los raíles que la vía nos impone, pero realmente no creo ser un problema grave que mi sexo pueda inducir a un enfado en el momento en que llegamos a la vida.
Respeto mucho su decisión y descubro después de tantos años que el momento se superó en tres días, que todo aquello era el preludio de una historia que ahora me tiene ante vosotros, que durante el proceso de llegada todo estaba preparado para que pudiera sentarme a la mesa y escuchar el amor que cada uno de los dos pudo encender hacia mi persona, un personalidad que tuvo que adaptarse a los juegos de la mente.
Son seis décadas en las que descubro el amor que unos padres pueden deshacer como las migas de un pan que sienten toda entera, un cariño en el que encendían la luz que ahora puedo ver en el fondo de la oscuridad, son mis padres, aquellos que me engendraron en una pasión de amor, en un coito durante el cual el más listo que era yo llegó el primero a fecundar a el plácido óvulo donde se originó mi vida.
Sí, mi vida chicos y chicas, eso que surge de no sé cómo ni de para que empieza ni pues como continúa después de perder la forma, pero se originó, salí al exterior después de un tiempo esperando a completar todo lo necesario para descubrir un viaje maravilloso que dura lo que la fecundidad y la fuerza hacen cada día volver a levantarme para andar los mismos escenarios que me propongo conquistas.
Os espero cada mañana levantado delante del espejo, es una sensación maravillosa descubriendo el trabajo que las células pueden llegar a completar sin la necesidad de un programa informático ni tampoco de una realidad virtual que nos haga creer que somos diferentes, mira a tu alrededor y descubrirás como los que te rodean viven lo mismo en diferentes formatos durante el día y la noche.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOSE el 17 de Septiembre, 2016, 11:53
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MI DESPERTAR - 16.9.2016
Cuando sientas el dolor encuentra dentro el sentimiento, la mirada interior que nos hace recordar el pasado de la especie, el enigma que todos cantamos en la canción que la vida nos va proporcionando en cada estrofa, en los colores del agua, del viento, de la calma, de la responsabilidad, de los nuevos precipicios que nos hacen aventurarnos en la llamada oscura encendiendo los pilares donde apoyamos todo nuestro peso.
Son las primeras lluvias las que atraen la humedad, las que hacen verdes las praderas doloridas por un Sol enorme que se desplaza todos los días por el mismo camino, que nos orienta de norte a sur y de este a oeste por los placeres que nuestro cuerpo nos brinda en las noches de vacío, de ternura interior que penetra dentro de los mismos sentidos, de las caricias que se desplazan por la piel desnuda ante las estrellas que se encienden y apagan.
Llegaste a mi vida por casualidad, me hablaron de ti para encontrar las palabras que me hacían rodear tu camino, que encontraba tu rostro detrás de una mesa en la que tenías todos los hilos preparados para fabricar una tela desde la que mojarme entero, así nos escuchamos en un silencio de palabras, de sonidos agudos, de miradas que se encontraban y se marchaban hacia las paredes o la ventana por la que aparecían los verdes de árboles.
Encuentro el placer de poder sacar los dolores que se acumulan en la mochila, de ver como los miedos han viajado muy a gusto dentro de los rincones que nunca vaciaba, de sentir que en la soledad me acompañaban palabras o relaciones que habían paseado por mi vida, y al dejarlas se habían atado a los hilos que pendían de mis cortinas, sabiendo que después podría recordarlas y arrepentirme de haberlos perdido o alegrarme de haber acortado la espera.
Son los minutos que puedo emplear en hablar contigo, se que estás dentro en la espera de un monólogo que hoy no se va a producir, la mente me aparta de los sentimientos y son ellos los que quiero que protagonicen los imposibles que dejo de regar, se que el calor puede acelerar la sequía y además llegar hasta las raíces que luchan por entre la arena encontrar esa vida que no sabemos existe, aunque nadie se mueva de sus macetas.
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOS el 16 de Septiembre, 2016, 10:09
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MI DESPERTAR - 7.9.2016
Llegas después que la penumbra
escondiendo las palabras que nacían de unos sentidos difusos, juntos en la
misma estación desde la que me pedías la mano, esa mano que acaricia tus
cabellos en la espera de que un tren acaricie las vías protegiendo del viento
en el frío verano a quiénes suben a sus asientos y miran la hora en que
inician un viaje hacia el centro de una ciudad preparada para recibirles y
recostarles en las mismas aceras que un día tomabas en la misma dirección.
Una dirección que se borró de tus
emails, de los correos que engordaban la pequeña caja donde el cartero
depositaba las cartas que una a una revisabas para entender la distancia en que
tus amigos te miraban con sus palabras de colores, aquella calle en la que
algunas de tus fotos reflejaban la edad de tu felicidad, la sensación de
haber pasado otra etapa que ahora ignoras, pero que gracias a todas ellas
estás en el lugar preciso para continuar con tu aventura.
Si que piensas que no es una aventura
en muchos casos, pero es verdad que el futuro se piensa desde el presente, que
el pasado queda registrado como los sellos en los sobres que abres después del
desayuno, los periódicos que te enseñan las noticias que algunos difunden para
conocimiento de la sociedad, y escuchando las palabras que sin frases llegan
desde la pequeña radio que acompaña a todos en la mesa, esa mesa que enciende
los días por la ventana de los sueños.
Estoy enamorado de la vida, y lo sabes
cuando nos miramos desde la playa, cuando caminamos esperando que los metros
nos alcancen y puedan dejarnos menos kilos en los músculos para seguir en esa
forma que muchos dicen que es la ideal, un enamoramiento que encuentro dentro
de los pensamientos que dejo marchar, que escucho en la sonrisa que sale cuando
te veo seguir tus pasos, en un hacer imposible de poder encuadrar ahora mismo
en palabras.
Se que son frases las que me hacen
seguir en este párrafo para describir otra historia, otra idea de como la vida
pasa por encima de mi persona, como sigue su camino y deja que los demás
encuentren el camino que está esperando, un lugar por el que pasamos todos los
días y que juntos hacemos aunque las miradas se marchen por callejones
diferentes.
Esos ojos que ahora veo son los que me
dicen tantas cosas sin palabras, me dejan escuchar los sonidos del viento que
desaparece al cerrar la puerta, esa oscuridad que sigue al día entrando por los
árboles que encuentran el descanso sin decir nada, porque su lenguaje lo
transmiten por las raíces, en el suelo que buscan para sujetarse fuertemente a
la vida, por los años que siguen encontrando la fuerza en la tierra que les da
la vida.
Cierro los pensamientos para dejar al
silencio hablar, para sentir los pasos que mis pies dejan en una arena
caliente, en una fina playa por la que pasear después de haber encendido otro
día de vida, otra aventura en la que descubrir que el amor es un lenguaje que
todos los seres del universo comprenden y practican, así pues, te invito a
descubrir los aromas que cada uno de nosotros puede saborear en el tarro que
las esencias completan para vivir despierto una jornada más.....
Miguel José Carbajosa Gómez
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Publicado por MIGUEL JOS el 7 de Septiembre, 2016, 12:43
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