Diciembre del 2012
MI DESPERTAR - 28.12.2012
Salimos junto a la acera que nos protegía de aquellos coches que paseaban entre las nubes de un ruido que alejaba los silencios desde los que te protegía, encontrando miradas desde las que podías ver que no nos comprendían.
Prejuicios los que contemplan las personas que nos rodean, las que te juzgan cada vez que un beso sale de tus labios encontrando diferentes pieles, las que te miran desde la distancia esperando que muevas de nuevo las fichas que no pueden encontrar.
Llevabas la ropa que no entiende de colores, los abrigos que protegen del frío en las cálidas lluvias desde las que encontramos las primaveras, encendiendo las flores que después contemplaran a quiénes no pueden dormir en las camas que inventaron para descansar el cuerpo que no escuchan.
Me duele la cabeza de pensar en lo que encuentro por las rejillas de las neveras que se encienden y apagan, me sangran las heridas que contemplo al asomarme a unas ventanas vacías, a unas palabras que no tienen contenido, a una mirada que se fija en las cejas que anoche pude recortar.
La noche y el día contemplan la marea que pasea por las aceras, la maquinaria que colecciona el tráfico de cada ciudad, los raíles por donde los pasajeros vuelan de un mar a la montaña en un tiempo que disfrutan dentro de cada butaca.
Nos miramos a los ojos sin entender que detrás hay algo impresionante, sin dejarnos desnudar por miedo a que nos penetre el amor, a que nos inunde el sentimiento de sentirnos hermanos, la palabra que no tiene sonido, la caricia que nos enciende esos botones que llevamos guardados después de habernos dejado nacer en esta orilla del universo.
Soy la esencia que permanece a los tsunamis, que se marcha cuando la muerte ha llegado a nuestro cuerpo, esa esencia que me hace escuchar que hay una unidad en la que todos estamos dentro y fuera, arriba y abajo, delante y detrás, encima y debajo, aquí y allí, en este momento y en cualquier instante desde donde mi despertar me enciende de nuevo.
Miguel José Carbajosa Gómez
|
Publicado por Miguel José Carbajosa Gómez el 28 de Diciembre, 2012, 9:23
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 26.12.2012
Quiero ver, quiero ver, quiero saber lo que llevo dentro de mí, ese calor desde el que se inunda la oscuridad, quiero conocerme, quiero conocerte, porque estoy aquí, dentro del hemisferio que el cerebro me dispone para llegar a escuchar una palabra, un sonido, una flor, una llamada, algo que me haga reconocer el lenguaje que el amor descubre en las caricias que los caminos dejan escuchar.
No puedo acostarme sin encontrarte en el deseo, en unas manos que se pasean por la piel dejando una gota de calor entre los poros, un sentido que me regaló el cuerpo al que le pido solo dejar que algo o alguien pueda reconocerme, un cuerpo al que le agradezco el trabajo que hace para mantenerme en lo que entiende como química en la que se puede ver con otros sentidos que no se encienden en este momento.
La lluvia me hace empapar la piel por donde escucho el frío en el calor, el calor desde el frío, las gotas se encargan de conectar el cielo con la tierra, la mirada con el sentimiento, el dolor con la salud, el color con el negro, el mar con las olas, tu conmigo, juntos formando una sola escena.
Llegué junto a ti sin moverme de este lado de la montaña, estabas jugando con las respuestas y las preguntas te hicieron descubrir que no tenías nada en lo que poder dormir, sueños que vuelan cada vez que llamas desde la orilla en la que dejaste partir los campos por donde naciste.
Puedes volar si quieres en la sombra, descubrir que no sabes por donde escuchar a quien te contiene, que no puedo avanzar desde la pasión, que mis abrazos se pierden en la lejanía en donde tu silencio abre cada mañana la aurora que levanta el velo del gran salón del universo.
Me canso dentro del cuerpo y el campo de estrellas vuelve a escuchar mis gritos, mis sonidos desde el centro mismo de mi propio universo, estas manos que miran saben que llegó el día en que la noche pudo comprender que no sabemos desde el ego, sino que cuando la valentía de arrojar fuera de nuestros labios las alegrías que nos llegaron desde los campos sin trigo, la luna vuelve de nuevo a cantar entre las nubes..
Nubes que el algodón deja entre mis manos para contener esa lágrima que recorre el río en donde las tormentas asolaron la piel que encuentras cuando llamas de nuevo a la puerta para saber que al otro lado no está esa muerte que te contaron de pequeña, esa muerte que se convierte en la vida que amanece después de haber sentado a la vida en la ventana desde la que contemplo de nuevo mi despertar.
Miguel José Carbajosa Gómez
|
Publicado por Miguel José Carbajosa Gómez el 26 de Diciembre, 2012, 13:53
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 24.12.2012
Al salir de la curva después de haberme perdido por la autopista, encuentro el cartel que esperaba, me relajo dentro del asiento, reduzco la velocidad y vuelvo a colocar los espejos para poder disfrutar de lo que buscaba, compartiendo con todos vosotros esta ilusión que de pequeño me hizo absorber los mensajes de paz, de amor, de fraternidad, de quererse mucho más que el resto de los trescientos cincuenta y cinco días restantes de cada año.
La infancia contaba con estas escenas en las que aún no estaba Papa Noel, solamente eran los Reyes Magos de Oriente los que venían detrás de la estrella que colocaba en el papel azul relleno de estrellitas y de papel de pegar para rellenar el fondo de los belenes que coloreaban la pequeña salita en la que me quedaba quieto viendo pasar las figuras y el papel de plata fingiendo el agua del río.
Intentaba subir por el puente en donde aparecía uno de los pajes que se adelantaban a su Rey Mago, un puente al que le caía el serrín que remarcaba los caminos, un puente que unía a los que llegaban del fondo de las montañas, unos cartones bien cortados que rellenaba de musgo que recogía con mi papi en la montaña que había cerca de la estación.
El castillo de Herodes coronaba todo el lugar, un par de soldaditos custodiaban la figura del rey que se adelantaba dos pasos por delante, uno de los soldaditos tenía la lanza doblada y el otro la pierna derecha estaba recolocada, y el traje del rey un poco descolorido por haberlo querido limpiar con la esponja, y desde esa vista aparecían las ventanas del castillo con luces de colores.
Me gustaba mucho colocar las bombillitas, las figuras y el serrín verde que adornaba los prados, los cerditos y las gallinas, los patos y la mujer lavando la ropa en el río, sentía que el portal era lo más simple de todo el conjunto y les hablaba a los Magos de lo que me gustaría que me trajeran, una mirada que aún me hace encontrar la Navidad.
Una navidad con minúsculas por aquello de que faltan muchas personas que componían el otro Belén, el de la mesa donde nos reuníamos, el de las frases que me hacían llorar, el de los abrazos después de la cena, y el de las risas cuando nos reuníamos alrededor del sofá escuchando las historias también de Navidad de los mayores.
Pero lo importante es ser uno mismo la NAVIDAD, esa Navidad con mayúsculas en donde cada uno encuentra dentro de sí la profundidad del amor, la compasión en los demás, el quererte a ti mismo y encontrar dentro de esos valores los pilares que el mundo necesita recordar, para contagiar ese espíritu en un lenguaje positivo y contaminar todas las almas que pasen por delante de estos ojos que ahora vuelven de nuevo a derramar las lágrimas por la felicidad de sentir esta emoción.
¡¡Feliz Navidad!! ¡¡Bon Nadal!! ¡¡Merry Christmas!! ¡¡Joyeux Noël!
Miguel José Carbajosa Gómez
|
Publicado por Miguel José Carbajosa Gómez el 24 de Diciembre, 2012, 11:39
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 21.12.2012
Hace frío y el invierno ha llamado a mi puerta, me levanto de la cama y la bata me envuelve tranquilamente para pasearla por el pasillo en unos ojos aún dormidos, enciendo la luz del recibidor para buscar la llave que ha dormido despierta esperando a que mis manos la volvieran a guiar de nuevo en ese giro que hace que la puerta se abra.
Le veo parado en el felpudo con la mirada cariñosa de quien hace tiempo que se marchaba a su trabajo, a cambiar los campos y los cielos por otros colores en que jugar con la naturaleza que tantas veces le recuerda y le vuelve a conocer, y es que me dicen que son fríos diferentes, una año viene con más fuerza y en otros se deja los hielos en otro lugar.
Este invierno según el calendario se termina el mundo, lo que conocemos por exterior se venía abajo como en las películas en que se derrumban los edificios, se destruyen las cañerías y el agua brota por todos lados empapando las personas, los coches, las aceras y dibujando en el fondo con fuegos y explosiones en las que mueren unas caras desconocidas y aparecen nuevos sonidos procedentes de otros muchos mundos muriendo.
Eso es lo que parecen interpretar algunos, quizás otros han leído en las profecías un sentido diferente, pero hay una conciencia social, ciudadana, de boca en boda, que se termina el mundo, es una fecha que dicen caduca el regalo de vivir sobre la tierra y presentarse ante las oficinas del cielo para hacer la cola correspondiente con el billete en la mano y la otra esperando que poderse llevar.
Cuando hablo con el invierno me cuenta que lo ha oído muchas veces, que cuando se reúne con el verano, la primavera y el otoño, escuchan que los seres humanos se asustan para poder encadenar sus vidas a otros mensajes, sabiendo que un día cortarán sus cadenas y serán libres, pero esto es algo que han visto en el gran calendario de la vida y que solo hay que esperar a que el cambio, el nuevo mundo surga de dentro de cada uno para poder pintarlo colectivamente en el corazón de quiénes quieran seguir adelante.
Miguel José Carbajosa Gómez
|
Publicado por Miguel José Carbajosa Gómez el 21 de Diciembre, 2012, 9:03
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 20.12.2012
Cierro los ojos para encender la luz, dejo las tinieblas que me separan de mi propio espíritu, entiendo que la razón me lleva a repetir la misma historia, las mismas actitudes, la personalidad que se ha construído en el inconsciente colectivo, sabiendo que todo esto lo abandonaré por orden de importancia entre la fe y la confianza de haber llegado hasta aquí.
Ahora me muevo, ando por veredas muy verdes, llenas de oxígeno del que depuran las plantas, del que encuentran las ramas de los árboles por donde desciende a la tierra, esa arena que me llena los zapatos de polvo, esas piedras que me desestabilizan al correr, esas hierbas que aparecen en los lugares más imposibles de que una vida pueda arrancar con fuerza lo que el hombre ha intentado ocultar.
La naturaleza es la fuerza que nos contiene a todos, esa imagen que nos enamora y también el frío que nos hace abrigarnos, el sol que nos calienta y la lluvia que nos empapa, los valles encendiendo la mirada tras la montaña, la nube dejando libre las estrellas en las noches en que dejamos de escuchar las palabras, los pensamientos y nos sentamos en el regazo de cada cielo para escuchar la música celestial.
Recorremos la distancia cuando algo nos importa, pero no somos capaces de correr las cortinas para ver la profundidad de cada imagen, nos recostamos en los sillones fabricados para escondernos, para que nuestro cuerpo se adorne con los cojines que nos hacen descuadrar la estructura de los huesos, seguimos atentos a unas luces en la oscuridad de la habitación en donde otros nos componen historias, mensajes, sueños, miedos antes de que el sueño nos encuentre y nos abrace para el resto de la noche.
Todo lo que sucede a nuestro alrededor está bien colocado, es maravilloso poder elegir, tener el libre albedrío de encontrar el camino por nosotros mismos, de la preciosidad que supone equivocarnos, de ver como pensamos algo diferente de lo que hacemos, de escuchar en la distancia aquellos labios que pasaron por los nuestros, de ver morir la noche cuando encendemos la luz de la habitación antes de abrir el día de nuestra casa.
Es la hora, llega el principio de la vida llamando a la puerta, encuentra debajo del suelo aquellos miedos que dejaste libres para escuchar el viento cómo te llama de nuevo a la vida, siente el miedo más dentro y deja que te encienda para que de nuevo puedas ver esa luz interior que se está construyendo con más energía en la fe de no saber que estás haciendo, pero en la confianza de hacerlo porque sabes que es tu camino.
Miguel José Carbajosa Gómez
|
Publicado por Miguel José Carbajosa Gómez el 20 de Diciembre, 2012, 8:47
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
Artículos anteriores en Diciembre del 2012
- MI DESPERTAR - 19.12.2012 (19 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 18.12.2012 (18 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 17.12.2012 (17 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 14.12.2012 (14 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 13.12.2012 (13 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 12.12.2012 (12 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 11.12.2012 (11 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 10.12.2012 (10 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 4.12.2012 (4 de Diciembre, 2012)
- MI DESPERTAR - 3.12.2012 (3 de Diciembre, 2012)
|
|