....... me importa si no me entiendes, pero me sientes, te siento y me importa aún más.
....... eres alegre, cuando el amor enciendes, en tu luz gobernada por el Ser que expandes......
Sientes que palabras circulan desde los contornos de estas manos para encender de nuevo la página en la que llegamos a escuchar, donde los sonidos se envuelven dentro de estos dedos para alejarte de la realidad de tu vida, de esos pensamientos que dejas pasar sin quedarte dentro de ellos rozando con la punta de las uñas la electriciad que genera esta energía que sentimos juntos.
Porque cuando te quedas en los pensamientos, sigues dentro del círculo, dentro de la vida, dentro de aquellos rodeos que son imposibles de terminar, construyendo las historias que vemos reflejadas en las obras de teatro que nos emiten por las televisiones, por los asientos de cualquier autobús, por las emisoras de radio, por las páginas de miles de novelas que descubren aquello externo que nos lleva a entrar en la pequeña cueva que un día se abre ante nuestros pies.
Pues es amor lo que buscamos siempre, amor del bueno, ese amor que nos relaja ante el odio, que nos deja fuera de los sentidos de estos cuerpos que se empujan unos a otros para entrar los primeros en la sala, que llenan de diversos colores para completar los puzzles que vemos desde el cielo, o desde la primera planta de cualquier expectáculo en donde nos volvemos a encontrar.
Sales y entras para dejar el lugar después de haber llegado, porque vienes y vas después de haber llamado para decir que estabas, porque cierras y abres para mirar por el fondo de las huellas que han encontrado a su dueño después de haber encendido unas nuevas palabras, porque palabras sobran cuando algo se retuerce en tu interior, cuando la angustia se marcha y el dolor cogió las maletas, centrando la conciencia en este preciso instante desde el que me invade una corriente eléctrica que emana la enegía del amor.
Amor del bueno, pues todo amor es bueno, todo es.....
Miguel José
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