Septiembre del 2010
MI DESPERTAR - 29.9.2010
Felicidades chaval,
Te lanzaste al vacío y el amor te protegió,
Subiste hasta las nubes y te envolvieron para escuchar tu palabra.
Encendiste la luz y ella misma fue dejando la oscuridad fuera de tu mirada.
Miedo tenías cuando caminabas hacia aquel desierto que te esperaba.
Culpa encontrabas cuando podías recordar aquellos sueños que te empobrecieron.
La verdad, tu verdad, siempre estará a tu lado,
No dejes que lo demás se añada en tu parte,
Pueden volver de nuevo a tu casa, a la casa del Padre, a la casa en la que nacíste,
Nacer es empezar de nuevo en otro lugar,
o quizás en la misma escena pero distinta aptitdud,
Tú puedes, eres capaz, la felicidad te inunda y encuentras que los problemas,
son deseos sin importancia,
Pues la importancia eres tú mismo, tu interior, la introspección que te está esperando.
Gracias al Universo, al Buda que hay en mí, al Dios que llevo dentro,
Por la inmensa abundancia que recibo en todo y de todo.
Amor y paz.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 29 de Septiembre, 2010, 14:19
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MI DESPERTAR - 27.9.2010
Caminar en la explanda de mis sueños por las riberas que los ríos bañan todas las madrugadas en el descanso que mi cuerpo recupera sus energía para encontrarme de nuevo con el día y encender de nuevo los motores de vida que aumentan la experiencia en que el alma se embarco cuando nació dentro de aquella pequeña célula que jugaba a verme de nuevo entre nosotros.
Los humanos somos una raza de seres que desarrollan la vida, como sus compañeros de aventura que acompañan todo el espejo que escucha el universo, la pantalla que nos abre la nueva película a estrenar en el repertorio de unos premios que recibimos por estar ahí.
En el momento presente es la realidad, nos pasamos de perdernos en el pasado para buscar en el futuro lo que ahora estamos viviendo, es una variedad que nos enloquece, una mirada que no encontramos porque estamos detrás de ella, en los ojos que abren de nuevo la escena que ahora cada uno imagina.
El ego nos acompaña para decirnos lo que no escuchamos, nuestra mente juega y juega a ver cómo entender lo que no tiene explicación, en perdernos por caminos ruidosos y cargados de piedras para ver la luna desde un lugar en donde el cielo no se abre ni las nubes pueden caminar en su recorrido hacia la muerte.
Morir es la escena principal, pues nacer abre el telón, telón de haber muerto de nuevo, telón que corre la cortina de aquellos sueños desde donde escribo, escucho y me dejo bañar para que mi cuerpo de nuevo vuelva a navegar por los mares de un cielo en el que todos empezamos de nuevo a vivir nuestra experiencia.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 27 de Septiembre, 2010, 9:19
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MI DESPERTAR - 24.9.2010
Tu mirada encuentra mi voz que aparece desde el fondo de aquella habitación donde terminamos dándo las gracias por tantas aventuras corridas en los frentes que se abrian como grandes batallas que nos dejaban rendidos y victoriosos por haber hecho lo que sabíamos hacer en esos momentos.
Era nuestro aquí y ahora, nuestro tiempo donde comenzamos la travesía de encontrarnos, de reírnos, de enamorarnos y de continuar desde aquella iglesia en lugares que fueron iluminando nuestra presencia dentro de aquellas cuatro paredes, en los viajes y diarios que continuábamos haciendo juntos.
La lluvia no impedía aquellos nacimientos, el frío y el calor se alternaban para mirarnos despacio y encontrar la felicidad en tonterías que nos hacían reir, en dibujos que nos llenaban de lágrimas, en espacios que se abrían para nosotros y se cerraban detrás de aquella partida en que llegó el final.
No hay nada que desaparezca, simplemente se archiva en los grandes paneles de quiénes encontramos recuerdos en cada espera, de los que se pierden por aquellos caminos que ya no volvemos a recorrer, los que entienden que se vivió durante el proceso que germinó en este nuevo nacimiento, en el vivir cada día respirando un nuevo aire.
La muerte pasa siempre cerca y nos encuentra siempre con las mismas ilusiones, con la misma pasión que encendemos cada día, con las mismas oscuridades donde nos perdemos para encontrarnos, en los juegos que nacen y crecen para morir cuando encontramos que el pensar solo sirve para enredarnos en cualquier madeja.
Es la hora, puedo levantarme y volver a mirar por la ventana, una ventana diferente de una ciudad en la que la luna espera en todo lo alto para darme el buenos días y permitirme encontrar el frío de los baldosines que adornan toda la calle por la que volveré de nuevo a entrar y salir de los viajes en que disfruto encontrando mi propia vida allí donde está mi cuerpo, aquí en este momento disfrutando escuchando vuestro silencio mientras llegas a este final.
Namaste,
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 24 de Septiembre, 2010, 8:42
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MI DESPERTAR - 21.9.2010
Se marcha el verano por los caminos del pasado, morirá para dejar nacer el otoño, un momento en que poder escuchar la lluvia, las hojas volar entre los hombres y mujeres que pasean por la vida, los cantos de pajarillos que aún quedan rezagados, los jerseys largos, la camisas de manga larga, los gorros y pañuelos, los guantes amaneciendo entre las manos de quienes pasean por este mismo parque desde el que espero de nuevo encontrar mi vida.
Muerte y nacimiento son los pilares del cambio, morir es el aprendizaje durante toda nuestra vida para experimentar el llanto cuando nacemos y no estristecernos ante los miedos de cualquier muerte, muerte que siempre abre una etapa diferente.
Escucho el silencio de la noche y los gatos me acompañan en la soledad que enciendo al levantarme para dejar que mi cuerpo pasee de nuevo los sueños que han volado en cada espacio que me permito encontrar con los ojos cerrados.
Hoy es el futuro que ayer esperaba en aquel presente que ahora ya es pasado, y miro y miro para volver a recordar que el pasado ya no existe, que se marchó para enseñarme a vivir en el presente y el futuro es el encuentro de aquellos pensamientos que van amaneciendo lentamente para vivir y degustar los años que vamos contando con nuestra piel dorada.
El Sol se esconde tranquilamente detras de los árboles en los que no nacen más hojas, que sienten como su color verde se tiñe de un claro color amarillo de otro color en la muerte de lo que estuvo aliviando en plazas y calles para que el brillo de los calores dejen paso a los brillos de los hielos de este nuevo otoño que nace entre tu mirada y la mía.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 21 de Septiembre, 2010, 10:06
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MI DESPERTAR - 14.9.2010
Siento tu voz en aquella mirada que me regalabas cuando el silencio comenzó entre nosotros, en lo alto de aquella montaña donde la luna no apareció, donde el viento se tranquilizaba después de habernos concedido el deseo de llegar al lugar que nos hizo abrazarnos en la intimidad de tus brazos.
Encuentro la respuesta en miles de pensamientos que aparecen y desaparecen, soy feliz en mi vida viviendo lo que quiero y siento, lo que comprendo que tiene que ser, lo que se es mi camino, el amor que emana de un corazón abierto de día y de noche, y dándome la fuerza necesaria para vivir este sendero de esa alegría en la que la felicidad se abre de par en par.
Veo el corazón que entiendes por tus venas, me centro en sentarme detrás de tí para sujetar con fuerza un sentimiento que me hace cerrar los ojos y escuchar los sonidos de unos cuerpos que están trabajando en la realidad de su vida.
Muevo los dedos por los lugares que aceptas dibujar, por los contornos que ahora comprendo por el silencio que me regalas, por la cintura que se sujeta en los pasos que continuamos juntos por las calles y lugares en donde nuestro encuentro empieza o termina.
No se nada de tí y eso me hace vivir tranquilo, no debo preguntarte sino disfrutar de tu presencia en cada mirada, no entiendo nada y distingo que realmente es lo que deseo, sigo adelante sabiendo que este capítulo es muy importante pues me hace encontrar un alma que está en este lugar para dejar que sus ojos puedan contemplar la belleza que hay en tu interior.
Espero que estas líneas no pierdan el sentido que encuentro en mi mente, en pensamientos que deseo disfrutar al ver tu desnudez cada vez que te acercas y aquietas entre la soledad de un lugar que hacemos nuestro al solo encontrar el sonido de unas manos que empiezan y terminan siempre en el mismo mundo en donde podemos ver cómo otras almas pasan a nuestro lado entendiendo que el amor a uno mismo es contagioso al resto de la humanidad.
Gracias por tu silencio.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 14 de Septiembre, 2010, 11:38
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