La calma se rompe, todo el proceso vuelve nuevamente a caer al vacío, los miedos me transportan de nuevo a revolver todo lo que mi mente esconde en el subconsciente, todo lo que en la oscuridad ha quedado atrapado sin resolver, veo a mi propio yo escuchar desde un cruce de caminos que ha surgido en este momento para poder acceder a un nuevo estado, una mayor concentración para responder a mis preguntas.
¿Qué buscas?, realmente es una pregunta difícil, puesto que en este momento estoy feliz, me encuentro en la tranquilidad de poder caminar lentamente escuchando mis acontecimientos, el entorno que me rodea desde los sueños que llegaron a morir, la muerte los hace convertirse en realidad, una realidad que no es ficción, aunque la ficción sea la vida que llevamos como seres humanos.
Al navegar por los sueños puedo ver que es ahí donde está mi alma, donde escucha todo aquello que yo, como ego, no quiero escuchar, la que saca a la luz todo el polvo que mi mente esconde bajo la alfombra, momentos y recuerdos que me hacen daño al seguir apegados en los miedos que van apareciendo por orden de llegada, por orden de mi propia observación.
En la actitud de ver cómo me siento, qué es lo que siento en estos momentos, es una luz que ha aparecido con la llegada de un nuevo mensaje a la bandeja de entrada, una puerta que se abre en una dirección diferente a la que deseo vivir, un nuevo espacio en unas expectativas que hacen naufragar la ilusión de llegar a la costa, de verme en el centro del mar sin poder salir ni entrar a no ser por aire o mar.
Es una isla, quizás mi destino en los años en donde continuaré dibujando nuevos sueños, seguro que entre el mar mediterraneo que abre sus puertas cada vez que le siento dentro, en los castillos que están esperando que la fortaleza pueda encontrar la luz, ver como en los rincones de este reino ya no hay nada que guardar, esté la luz de un color blanco puro, sin colores desde los que no ver lo que en esta ficción soy, en este otro lado desde el que me encuentro cada vez que el silencio entra por la puerta de mi corazón para encender un nuevo despertar.
No se cual será el lugar, tampoco el momento, ni siquiera veo el perfil de la ciudad desde donde volveré a encontrar a este ser humano que camina con su propia voluntad, con el deseo de seguir adelante en el cambio que manifiesto con todo mi amor, en continuar con este proceso de madurez humana en el regreso a la casa de las estrellas, el Universo de donde procedo para dormir todas las noches de esta tierra en mi propio cuerpo esperando el regalo de un nuevo día que pueda hacerme experimentar todos mis sueños.
Gracias, por este nuevo día que el Universo, el Dios, el todo, me ha permitido vivir....
Miguel José
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