Julio del 2009
MI DESPERTAR - 31.7.2009
El valle nace en una profundidad que me acerca al abismo, al despeñarme desde lo alto de unas piedras que parecen inmutables instaladas desde siglos en el mismo sitio, volvía nuevamente a no entender nada de lo que me rodeaba y así el silencio avanzaba lentamente para acariciarme junto a un viento que contemplada la tertulia que todos llevamos dentro para encontrar nuestra profundidad en nosotros mismos.
Sentado al pie de tamaña vista, los rascacielos de la ciudad costera parecían pequeñas cajas de cerillas instaladas de dos en dos, en calles que no se distinguían a la distancia que había seleccionado desde aquella orilla, y contemplaba el movimiento de unos diminutos vehículos que se movían por unas calzadas que adivinaban por la planicie que me ofrecía todo el bodegón que bien podría instalarse en cualquier postal de vacaciones.
Se que dentro de aquella forma de ciudad había multitud de personas en sus quehaceres diarios, trabajando, descansando, comiendo, jugando, escuchando música, hablando, en definitiva, viviendo su historia para llegar al momento presente donde cada uno pueda elegir su destino en el murmullo de unas olas en la lejanía de quien observa el horizonte porque sabe que hay más vida detrás
En cambio desde la ciudad solo se contempla unas montañas, un paraiso en la altura que todos pretenden alcanzar, una escalada que prepara cada mañana unos seres que sienten la necesidad de sentir la naturaleza, el ejercicio físico de seguir vivos, calientes en esta esfera que nos aloja en cada estación, que deja su piel abierta para poder acariciarla en dejarser llevar por lo que puede contenerse en los ojos abiertos de quien solo observa.
Sigo contemplando aquella maravilla, los ruidos de la ciudad, las urbanizaciones en pleno despertar, el pueblo a un lado y los nuevos edificios al otro, los caminos que se adivinan como salidas y entradas de todo aquel escenario que cada mañana y cada noche contribuían a dejar abierta unas playas para poder navegar por sus aguas hasta aquella línea que llaman horizonte, justo por el lugar que un día nos marchamos para volver al otro lado.
Un horizonte de un mundo nuevo que está por llegar, un lugar que podemos imaginar y que sabemos nos espera en la noche que ahora disfrutamos, esperando la llegada de un Sol que se pierde tranquilamente cuando llama la noche en el constante cambio de vida y muerte que se contempla desde la fuente de unos deseos que ananecen en la mente que hoy descansa nuevamente entre la oscuridad de una luz que va encendiendo otro nuevo día.
Yo doy las gracias a Dios, al Universo entero por el nuevo día que me ha permitido vivir y poder compartir con todos vosotros desde la alegría de ser feliz en este camino que emprendía bajo la atenta mirada de un Sol que vuelve nuevamente a darnos el calor necesario para poder llegar a completar el ciclo de la vida.
Namaste.
Miguel José
|
Publicado por Miguel José el 31 de Julio, 2009, 9:05
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 30.7.2009
Una nueva era de mi vida abre un nuevo nacimiento, donde el aspecto culinario cobra importancia en este capítulo donde cuidar de una sana alimentación me lleva a completar el ciclo junto a la meditación y el silencio que van engrandeciendo los pilares en los que se basa este proyecto de hombre nuevo.
Hidratos y proteínas combinadas (un filete con patatas fritas por ejemplo) son fuente de malas digestiones, de pesadez en la tranquila paz del descanso que se inicia después de haber disfrutado de unos manjares sin escuchar al encargado de realizar la tarea digestiva quien maneja unos planteamientos muy distintos a los que nosotros vamos realizando en este tipo de sociedad junto a una cocina variada que pretende alimentarnos mejor.
Escuchar al cuerpo nos abre el camino para interiorizarnos por venas y arterias, por los órganos y tejidos que se sienten muy adentro realizando su propia tarea con sus propios lenguajes de ayudarse todos entre sí, pero que nunca me paré para detener el vertiginoso hechizo culinario que todo lo exterior rico en colores, olores y especias nos hace un daño irreparable en una maquinaria que es mucho más perfecta de lo que nos imaginamos.
Darle las gracias por los abusos que he cometido me ha hecho llegar hasta este punto, por los momentos en que pasaba horas y horas entregado a los placeres que contenían unos elementos que van desmoronando los componentes de la máquina que nos hace transitar por este mundo, de ver cómo los diferentes complementos que se añaden a las comidas pueden hacer que todo se vaya desgastando y en algunos casos colapsando, en muchas ocasiones a una velocidad desorbitada.
Es otra parada en el recorrido del mi tren de vida por el viaje de descubrir y disfrutar, de escuchar los sentimientos de todo lo que se envuelve bajo mi piel, de ver cómo llora sudar por el calor desmesurado supone un equilibrio entre la temperatura exterior y la interior, de contemplar cómo los desechos que ya no le sirven a mi cuerpo son evaporados por diferentes lugares que hacen de un despertar el reconocer y agradecer el maravilloso trabajo de veinticuatro horas al día de quiénes, en forma de células, que formaron el primer embrión de un nuevo proyecto de ser humano.
Namaste.
Miguel José
|
Publicado por Miguel José el 30 de Julio, 2009, 8:42
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 29.7.2009
Sentados en el sillón comienza una nueva sesión de relajación, los cuerpos se mantienen en una posición de recibir y entregar calmadamente siguiendo el sentido que nos va dejando en un viaje que caminamos en el rincón de un salón, de una cama, de un pequeño descanso en donde preparar la escena.
Las manos se van desentumeciendo en el movimiento de estiramiento como prólogo de una entrega sincera, desde un corazón que siente en esos momentos la conexión que se produce en acariciar la piel que horas antes ha estado trabajando a pleno rendimiento en mantener en pie un cuerpo que ahora se relaja del cansancio de tantas horas en un mismo estrés.
Los pies van tomando asiento entre las pantorrilas que acomodan pausadamente un ascenso de transpiración, un acto de un amor sencillo donde las manos comienzan el baile que no tiene pasos, simplemente se deja resbalar por los pequeños huesecillos que componen la estructura de las estremidades que nos ayudan a poder movernos por el mundo.
El silencio se adueña de la escena, las miradas van cerrando unos ojos que se entrelazan en aquella misma pasión de un dar y recibir, un entregar aquello que surge en el presente de un instante donde los dos cuerpos se vuelven a unir pacíficamente para dejar que fluya una energía perpetua entre dos sentimientos que se entrecuzan en los pequeños dedos, en la planta que me sirve de pista de aterrizaje, en el movimiento que hace circular aquellos pensamientos que dejan en libertad una mente cansada.
Suena el primer ruido de huesos y la escucha se mantiene en la palma de cada mano, llega la información que el corazón procesa para desviar la caricia hacia otro lado, subiendo hacia el talón después de desenrredar los pequeños dedos que se liberan de aquella atadura que les oprine dentro de un zapato que los hacía descender hacia un trabajo duro pero seguro.
Caminan los minutos entre la crema que va bañando la piel que se va estirando tranquilamente, el rostro de quien se entrega corresponde con quien se va sumiendo en un sueño de relajación, dejando aquellos problemas en el suelo de un corazón que ahora simplemente vive, se entrega a dar, espera a no recibir las caricias que ahora completa en este cuadro que pinto a tres colores en el bodegón de un nuevo despertar.
Gracias.
Miguel José
|
Publicado por Miguel José el 29 de Julio, 2009, 9:59
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 28.7.2009
De nuevo abro la página y os cuento algo interesante, un momento que he dejado madurar para comenzar a desgranarlo lentamente, con la esperanza que os pueda servir de descanso en este nueva mañana en que te conectas a la página que ya conoces, o a la que te ha llevado la red, o quien sabe porqué estas aquí.
El lugar ya lo he descrito en algún momento de estos despertares, la chiquilla también es conocida como la Eva, la pequeño tormento de Elx, Elche para los castellanos, y el sentimiento viene a continuación para abrir una pequeña puerta a esta intimidad que quiero compartiros.
Sus manos me indicaron el lugar, la postura y la situación y su rostro sonriente me acariciaba con esos ojos de cariño, de dejarme libre en los movimientos, de una pequeña voz que susurraba cómo me encontraba, de unos labios que se movían y a los que no escuchaba porque ya estaba en el limbo de aquella mañana de un mes de julio.
Sonaba los líquidos de un cuerpo vivo, escuchaba las carreras de unas vena llenas de tráfico, de señales que hacían que mi silencio se llenara de la pasión de no hacer nada, de viajar por los estrechos lugares que podemos encontrar cuando la mente nos deja descansar, cuando el no hacer se convierte en la mejor herramienta para llegar a sentir desde la realidad que no sabemos que existe.
Si pequeña, la verdad es que no escuchaba nada pero entendía que aquello era un antes y un después, un camino que se abre en la espesura de una llanura donde el mar aparece pintado en la sencillez de tu movimiento, de cómo podemos conectar los cables de unos aparatos que no necesitan instrucciones, de una escucha que no necesita oídos, y desde ahí llegar a entender lo que no tiene explicación.
Tomabas la forma que me hacía envolverme en lo más profundo de mi no existencia, en lo más íntimo de aquella concepción que se estaba acercando envuelto en la bolsa que el pequeño feto flotaba dentro de aquel spá de una mujer que ya no existe físicamente, pero escuchando su propia vida.
Es mejor no entender las palabras de aquí adelante, simplemente dejarse llevar por el viaje de este viajero, por las aventuras de un cuerpo que nacía en las manos de quién ha podido hacerme llegar a ver nuevamente la luz de aquella mañana en la que tomaba el camino que me hizo llegar hasta aquí.
Veía las ventanas abiertas, los toldos bajados, las miradas enjutas para esperar aquel mes de agosto a que volviera nuevamente a la vida, pero que la mentira pudiera aprender a ir tomando forma para llegar a lo que la verdad nos llega a esconder tantos atributos que tenemos guardados en nuestra caja de herramientas para poder utilizarlas cuando mejor nos venga.
El viaje de lágrimas podía escucharse en todos los confines de mi propio cuerpo, del cuerpo que pegado a mí me dejaba viajar libremente, de sus manos acercando lentamente la energía que no vemos pero de la cual nos alimentamos, para experimentar una aventura que no tiene palabras, que no puedo describir porque no tiene escenas concretas que podamos ilustrar lo que pude sentir y conocer.
Y aquí llega la escena del salón, si que se que me he saltado mucho, pero eso ya no puedo entregaros porque no se como hacerlo, lo que si entiendo es que las mantas nos acompañaban por aquel pasillo en el calor que se endurecía en la mañana en que pude caminar de una lejanía que había aparecido en la camilla que ya no podía sostener para la siguiente aventura.
De veras que me pareció gigante, que la fuerza que salía de mi interior era insuficiente para poder abrir la cortina, el tubo por el que iba a nacer de nuevo, por donde la luz me enseñaba las escenas de un nuevo mundo, y así de unas entrañas inexploradas comenzaba a sentir las contracciones, la escena afuera comenzaba por la rotura de la bolsa que durante meses me había servido de casa, de mi propio espacio donde disfrutar de ella, de mí, de sus palabras y el sonido de su corazón, del sello que hoy llevo guardado en aquella experiencia que volví a sentir de nuevo.
Decía gigante pero sus kilos no son tantos, simplemente una preciosa chica que luego se abrazó en el sentido que no entendemos pero que siempre disfrutamos después de cada experiencia, de veras Eva que te sentí enorme, y lo primero que te dije era que tenías mucha fuerza, pero comprendo que la fuerza fue mía, que todo aquello nos hizo reírnos mucho, conocer algo distinto.
He dejado el tiempo necesario para acompañar estas palabras con la sencillez de poder darte las gracias, por haber vivido una nueva aventura, claro que la del sofá fue todavía mejor, pero me siento sincero y a la semana siguiente volví a nacer de nuevo en el silencio de un retiro en Castellón donde aprendí algo nuevo, pequeño dirían algunos, enorme siento yo desde este rincón desde donde puedo todos los días volver a comenzar de nuevo en este tranquilo despertar.
Miguel Jose
|
Publicado por Miguel José el 28 de Julio, 2009, 6:37
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
MI DESPERTAR - 27.7.2009
Nuevamente vuelvo a esta página para empezar después de un nuevo nacimiento, descubriendo que estaba inmerso en el proceso de creación de mi vida, de los días y las noches en que siempre he estado dibujando lo que he querido vivir, y lo que tengo que experimentar en este proyecto llamado hombre.
Cabalgo entre montañas y valles cerca de la costa mediterránea mientras que las vías se van adentrando en tierra firme, en los confines de una provincia que me ha envuelto en las olas y mareas que hacían de mí un ser completo, con todo aquello que viaja en el mismo paquete, dentro de un zurrón que ha cambiado mucho de contenido.
Abro esta página y me encuentro libre, libre de las ataduras que nos hacen avanzar entre las zarzas de los caminos estrechos que aprovechamos creyendo que los atajos nos hacen avanzar más rápido siendo simples cortinas de un dolor que nos espera entre la dureza de lo que nos vamos encontrando.
Seguro que para muchos estas primeras líneas no le dicen nada, seguro que para mí tampoco hace algún tiempo, pero ahora salen del corazón, de las entrañas de un hombre viejo que ha dejado lugar para el vacío que ha de rellenarse de nueva sabia, de nuevo contenido en miradas lejanas esperando lo que no se que pueda llegar pero sabiendo que es lo que siempre he deseado.
La ley de atracción nos hace libres pero más libres somos nosotros para acercarnos mucho más a lo que llevamos dentro, al tesoro escondido en la profundidad, en la lejanía de los miedos, en la parte del más allá de nuestra zona de confort, en el camino que se nos abre cada mañana para andar los perfectos recodos y amplias avenidas en lo que se llama humanidad.
Dejo que mi mirada se pasee por el entorno y me encuentro con un pie donde las uñas rojas se encuentran pintadas de un rosa fuerte y me quedo ahí, no quiero pensar nada, ni tampoco me interesa quien es la dueña, simplemente me fijo en la redondez de la uña del dedo gordo, en la pequeñez del resto de los dedos, en como van colocados sobre una superficie de color hueso con una correa que la ata en una sencillez de un trabajo bien hecho.
La mente no espera que nada suceda, simplemente van pasando los kilómetros y la distancia se hace más corta a la llegada y mas larga de la salida, el cielo se va oscureciendo por un sol envuelto entre nubes y arropado entre las montañas que sirven de horizonte en la lejanía de las vías que parecen juntarse en un infinito que no para de desarrollarse en la mente.
La naturaleza se muestra fresca y tranquila, los pequeños arbustos van saludando en una vida distinta a la humana, en una quietud que me deja sentir que ya no pienso, que no me interesa la mente que me hace oír y me dejo escuchar, el silbido de un viento que se pasea lentamente al paso de una nueva luna que aparece en el cielo aún despierto antes de un nuevo anochecer.
Un tren aparece a lo lejos descansando en una estación a la que aún no he llegado, en la que la soledad hace de la espera algo inesperado, viajando de vagón en vagón a la distancia que me separa de la otra vía, y me quedo sin entender porque las vías atrapan la libertad que no existe en el camino del que no se puede salir, quizás porque las vías sean la ilusión de un no poder.
Estoy viviendo un momento que no entiendo, veo que todo se vuelve a repetir y que no he entendido algo, es evidente que la vida me coloca en otro nuevo escenario con actores diferentes pero en papeles distintos, con situaciones que no esperaba, pero en el fondo todo se refiere a los miedos e inseguridades, desgranando las mismas actitudes para poder aprender.
Experiencia que he de acoger con todo el amor que siento hacia mi ser, hacia la persona que se muestra al exterior, a los pensamientos que no paran de viajar a la velocidad que marca la mente para dejarme las herramientas que cuidadosamente voy escogiendo para entrar en un papel que siempre he deseado interpretar para culminar la representación que abre todos los días los amaneceres y cierra todas las noches los sentimientos que puedo gozar.
En definitiva un nuevo momento de mi historia contada en la página correspondiente, en el lugar adecuado y en la época de esta vida que va siendo cada vez mas mía y la comparto con todos vosotros, imaginarios lectores que llegan a disfrutar de unas líneas que yo mismo os entrego y que no se perderán entre los distintos cruces de un camino que me hace sentirme libre.
Miguel José
|
Publicado por Miguel José el 27 de Julio, 2009, 9:01
~ Comentar
~ Referencias (0)
|
Artículos anteriores en Julio del 2009
- MI DESPERTAR - 17.7.2009 (17 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 16.7.2009 (16 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 14.7.2009 (14 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 13.7.2009 (13 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 11.7.2009 (11 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 10.7.2009 (10 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 9.7.2009 (9 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 8.7.2009 (8 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 7.7.2009 (7 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 6.7.2009 (6 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 3.7.2009 (3 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 2.7.2009 (2 de Julio, 2009)
- MI DESPERTAR - 1.7.2009 (1 de Julio, 2009)
|
|