Junio del 2009
MI DESPERTAR - 30.6.2009
Buscamos en donde no encontramos, dejando la mirada en la foto que emprende el viaje de iniciar un contacto, una llamada, un mensaje que nos saque de la rutina, algo que podamos emprender para conocer y desear, para encender la escucha de quien se pasea por cualquier página de contactos.
Llegamos de la mano de las espectativas, de querer encontrar a ese hombre de los cuentos de hadas, esa mujer que nos hará maravillosa la vida, una criatura que haya sido creada o creado para nosotros, la imagen que llenará algunos portafotos como maravilla de una situación que nos ha llegado en cualquier momento, siempre metidos en la imagen de aquella película que nos dejó la situación ideal que realmente no existe pero que grabamos para encontrarla.
Mientras tanto nos encontramos solos, quizás más acompañados que cuando estamos con alguien en algún lugar, pero solos en la intimidad que queremos compartir para aprender a jugar a hombres y mujeres como en la niñez donde las chicas se situaban haciendo la comidita y los chicos hacían que se la comían y luego se dormían para ir al trabajo al día siguiente, todo un expectáculo de imaginación basado en la rutina del día a día de cada casa.
Todos jugamos, incluso en lo que creemos que es verdad e iniciamos una relación para aprobar las asignaturas que la vida nos va entregando, así nace el primer hijo y nos llega la experiencia, llega la primera discusión y nos entregamos a no saber resolverla, llega la primera infidelidad y no tenemos ni idea de porqué ha fracasado los besos y abrazos, las palabras tan maravillosas que nos encendian en las noches donde la pasión hizo de nosotros una pareja ideal.
No tengo palabras para criticar, sino experiencias, dejando de lado los cuentos de aquellas hadas que nunca existieron, adelantando al futuro por un lado en donde nos podemos sentir acompañados por nosotros mismos, enderezando el rumbo de unas vidas que nunca han estado a la deriva, ni encontrarnos la muerte tras ninguna puerta, porque cuando abrimos una puerta nada se rompe, simplemente cambia la escena para vivir las aventuras que hemos depositado en nuestros pensamientos.
Me he perdido por muchas páginas y hé leido perfiles, almas que están detrás de una foto, de un comentario, de una insistencia en seguir hablando desde el lugar donde no se encuentran, amistad de quiénes empiezan a dejarse ver nuevamente en el mundo de los vivos, con las personas que se acercan por la curiosidad de saber que nunca llega el final, para todas las que un día abrieron la puerta y se marcharon, pero entendiendo que no hace falta vivir un divorcio, ni tampoco empezar de nuevo con quien no sabe de mares, porque la realidad de unos pensamientos se escenifica en lo que cada uno quiere vivir.
Tu que estas leyendo estas palabras no necesitas mi foto en ningún lugar de esta página para entender que el corazón habla cuando el silencio escucha, las miradas encienden los pensamientos que dejan vivir esos momentos tras una tarde en el cine, en el teatro, en las aceras cargadas de transeúntes que van y vienen para volver nuevamente a empezar en su propia imagen, y así sucesivamente se va transformando en una aventura difícil de traspasar.
Gracias por este lugar donde he podido hacer una parada y entender que todos estamos en el mismo camino pero en diferentes kilómetros, esperando nuevamente a nacer de nuevo para comprender que despertamos en cualquier momento en que se enciende y se apaga cualquier palabra, cualquier sentimiento, cualquier mirada que tu y yo podemos compartir, que todos podemos descifrar en el código de quien empieza una nueva aventura sin pensar nunca en morir en el intento.
Un abrazo,
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 30 de Junio, 2009, 8:51
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MI DESPERTAR - 29.6.2009
En el silencio se encuentran muchas respuestas, preguntas que en un momento salieron de su callejón sin salida para encender una escucha que en la oscuridad de unos ojos cerrados aparece como un mensaje recibido en el móvil que todos llevamos encendido en la parte que llamamos cerebro, pulsaciones de ese adulto interior que nos mueve en todas direcciones para vivir lo que llamamos vida.
Son muchos los rótulos que van apareciendo, conclusiones de no entender nada de lo que pueda decirme el ego, porque cuando no entiendo voy comprendido, viendo aquellas situaciones que me han llevado en este camino a actuar por sentir que era lo correcto, quizás porque esa voz interior que solo se escucha en el silencio es la que me hacía vivir lo que aparecía para mi propia enseñanza en este mercado que nos hace entrelazarnos en las múltiples aventuras que nacen de cada pensamiento.
Ser padre es una bonita etapa que me duró muchos años y en la que entendía cada vez más la labor que hicieron los que fueran mis padres, las noches sin sueño, las horas de vigilia contemplando la obra de la naturaleza, sintiendo el amor en la mirada de los pequeños cuerpos que han ido creciendo en la abundancia de su propio tesoro.
Sales a la calle para comprender que el mundo no es el que uno se crea, sino el que todos compartimos desde la inocencia de no saber, desde la intención de no hacer daño para recrearnos en nuestros miedos, para aprender de cerca la posible naturaleza que destruímos para que seamos destruidos en los momentos en que no nos enteramos de que nos llegó la hora.
Siento haber pertenecido al gremio de personas que en su humanidad siempre completamos las jornadas de un trabajo merecido en la fortuna de tener todo a nuestro alcanze, aunque siempre podemos pensar que deberíamos vivir cómoda y ricamente para no dar un palo al agua y sentirnos ricos de abundancia material para ser mejor que los demás.
Cuando vemos las equivocaciones, lo que nos dejamos hacer por sentirnos dominados, entregarnos a un miedo colectivo que nos envuelve a alejarnos de los que verdaderamente somos, sentimos que ese giro a la izquierda o a la derecha en un cruce de caminos es la perfecta conclusión de una historia que siempre se vuelve a escribir, que nunca es tarde para empezar de nuevo, que siempre podemos emprender la historia desde los años de haberla escrito erróneamente.
No hay bueno ni malo, simplemente son experiencias que nos mueven a avanzar cada día hacia los objetivos de un alma que nos va dirigiendo a vivir aquello que en la vida anterior no nos dió tiempo a terminar, ¿te lo crees? ¿sientes que has vivido otra vez? ¿te crees que el silencio interior nos comunica con nuestro verdadero ser?, da igual, lo creas o no siempre hay cambios en nuestras vidas, y hoy por hoy estoy en el camino que me he marcado para adelantar a un ego que me iba ganando la carrera con las trampas de siempre.
Gracias, yo si me lo creo, por eso quizás pueda ver las cosas de otro color, y me siento muy feliz, en la edad que ahora mismo marca mi fecha de nacimiento, en el final que marcará un momento que quizás no llegue nunca porque nacer y morir es un acto que hacemos todos los días, en todas y cada una de las enseñanzas que nos dejamos sentir, así pues hoy es otro de mis mejores días, como lo será mañana, como lo fué ayer y como lo está siendo hoy.
Namaste.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 29 de Junio, 2009, 8:32
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MI DESPERTAR - 26.6.2009
Tengo la planta de los pies en la mesa, delante de la impresora, y la escena me relaja, vivo la aventura de mirar todo el contorno, las partes delicadas que siempre me hacen disfrutar de muchos momentos, los lugares a losque puedo acceder cuando me encamino hacia las veredas de la imaginación hecha realidad.
Simplemente nos apoyamos, lo más importante es el juego que realizan, la cantidad de músculos y huesos que componen su estructura, lo veloz que puede ser la carrera viéndonos como sobrevolamos el espacio sin salirnos de la inercia de pisar el suelo.
Todo el conjunto compuesto por las piernas con las terminaciones en los pies nos hacen ver un mundo distinto, disfrutar de unas aventuras que cuadran siempre con lo que nuestra mente construye, en el andar lento vemos la tranquilidad de un cuerpo que sabe medir cada paso, cada presión de una precisión increíble.
Si aceleramos el paso resurge la fuerza que llevamos dentro y el corazón se acelera hasta llegar a comprender que podemos ver la velocidad en la medida de nuestro esfuerzo, en la carrera la sincronizidad es plena, el movimiento nos hace recibir los vientos de un silencio en que podemos llegar sin perder el equilibrio y entregarnos a una nueva forma de ver el trabajo sencillo de unos pies que nos sirven para poder llegar a ese momento que llevamos dentro.
Es verdad que la fotografía de las plantas de unos pies en donde se señalan los puntos que tienen su conexión con los órganos de mi cuerpo, me ha dejado volar la imaginación dando las gracias a esta parte de un cuerpo que me permite poder trasladarme de un lugar a otro para disfrutar de lo que el mundo, este planeta, la ley de la vida, ha puesto ante mis pies.
Namaste.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 26 de Junio, 2009, 9:11
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MI DESPERTAR - 25.6.2009
De niños nos contaban los cuentos que luego descubrimos que no existían para que pudiéramos volverlos a contar nuevamente a nuestros hijos y así poder entender el porqué de las moralejas que hacen que las nuevas criaturas emprendan el mismo viaje que nos ha dejado las heridas y victorias que ahora colgamos en las paredes de nuestro despacho para comenzar nuevamente a vivir después de abandonar el barco en las ocasiones en que no hemos entendido el rumbo.
Son muchas historias las que nos elevan a la categoría de humanos, el haber ascendido en la escala de la evolución en las especies que pueblan un planeta que acepta a todos por igual desde los mismos escenarios que suceden en los siglos de un tiempo que medimos por los recuerdos que se van enterrando en el pasar de cada etapa.
Navegamos por los mares de la duda siempre que podemos entender las cosas, por lo que el espíritu que nos lleva sabe que hasta que no lleguemos a dejar la forma en cómo nos educan las sociedades que se construyen para aprender todo lo que no nos llevaremos cuando volvamos a ese morir que nos hará nacer del otro lado de quien sabe donde.
Pero tenemos el terreno ganado de tanto abonarlo, de tanto inyectar en él los abonos y demás productos para que tengamos la conciencia tranquila en los aspectos que nos van enseñando a controlar, a que dependan de alguien, a estar por encina o por debajo de los niveles que han de reseñar la verdadera enseñanza que luego debemos transmitir a quiénes vienen por detrás.
Es verdad que no existen los cuentos, ni las historias, ni todo aquello que se entrelaza para componer unos versos que luego pueden existir dentro de cada alma, pero con la transparencia de haber llegado al punto en el que podemos avanzar lentamente a ese silencio interno, a la paz interior desde donde nos eleva a los seres que realmente llevamos dentro, a nuestra luz que ilumina todo lo que hemos dejado atrás para poder avanzar ligeros de un equipaje que se nos hacía muy pesado.
Doy las gracias por haberme equivocado tantas veces, por no haber escuchado a tantos mayores indicarme el verdadero camino, por no hacer caso de las señales que me hacían entrar en el rebaño que no puede mirar hacia adelante por sentirse seguros en la compañía de los demás, a quiénes no quieren cambiar y se mantienen en la misma duda, a todos los que viven y mueren sin entender, porque todos los que componemos este puzzle estamos aquí para vivir nuestra historia.
Y a partir de este momento yo elijo seguir siendo feliz, seguir no entendiendo las partes de este camino, no escuchando a los que me intentan dirigir, no dejando que nadie sea la productora de mi vida, no abriendo las puertas a quiénes me quieren consolar, no dejando mi destino en las manos de quiénes tienen el poder de dirigirme y controlarme.
Os quiero mucho, a todos y todas, por perderos en este lugar, por haber encontrado este momento de calma y tranquilidad y haberos dejado que vuestros ojos sigan caminando por lo que verdaderamente sentís desde dentro, no desde las palabras de nadie ni tampoco de nada.
Namaste.
Miguel José
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Publicado por Miguel José el 25 de Junio, 2009, 9:20
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MI DESPERTAR - 24.6.2009
Enciendo la luz y estás desnuda pudiendo contemplar tu bella armadura que siempre utilizas en la batalla en que mi cuerpo y el tuyo se enfrentan cada vez que las miradas dejan a la luz el sabroso pensamiento que va resbalando lentamente hasta caminar a nuestras manos para empezar a organizar las piezas necesarias para que los ejércitos puedan avanzar sobre tan amado enemigo y conquistar aquellos frentes que me hacen descansar toda la noche junto a tu sueño.
Levantas la sábana y allí encuentras una enrojecida pieza de artillería que no por estar tan usada es menos efectiva pues llamó a tu puerta la noche anterior para dejar sus pasiones envuelto en una piel distinta, en un lugar donde la escucha no entiende de palabras, en aquella caverna donde tus ejércitos esperaban escondidos a luchar a brazo partido por ver como no podía penetrar ni quedarme hasta lo mas profundo que tu ser construyó en tan bonita estructura que adorna un bello que hace transpirar tu dulce encuentro.
Veo tus ojos cuando te acercas y te marchas, cuando tus pies se estiran en lo más profundo del encuentro, cuando no entiendes gozar tanto con aquello que nunca mirabas en tus juegos de niña, descubriendo que el príncipe de tus sueños no era el que te salvaba de ningún dragón pues el fuego es lo que ahora te envuelve en cada escapada de las miradas para penetrar nuevamente en la complicidad de un rincón desde donde se escucha tu música encendida.
A veces te miro y parece como que mueres en el intento pero veo que en unos segundos vuelves nuevamente a dejar correr tu fantasía y poder enfrentarte con todo el ejército para volverme a declarar la guerra de nuevo, colocando la posición exacta para que mi general lance su espada a entreabrir aquella cueva que hace un momento albergaba aquel tamaño que ahora vuelve nuevamente a tornar a su lugar de empuje entre los gemidos de tus labios en el fondo de un corazón que deja nuevamente salir el amor entendido desde la fuerza de aquellas manos que envuelven en los abrazos las pesadas carnes que se tambalean en un sencillo baile sincronizado.
Ya son las cuatro y a las ocho en la oficina, torno mi castillo en retirada ante la fiereza de tu quinta entrega de fragancia, escuchando un beso en la mejilla por haber encendido las hogueras en una noche donde el dolor parecía rellenar tu rostro, en donde la fuerza bruta parecía completar el mío, en aquella mirada de un pequeño infante no entendiendo porque los humanos se completan con aquel miembro en un anillo que frotan y frotan hasta que el brillo les hace oscurecer nuevamente la habitación de esos sueños que despiertan lo que el amor enciende y la pasión entrega.
Miguel José
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Publicado por Miguel José Carbajosa Gómez el 24 de Junio, 2009, 9:10
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