Es poco corriente que alguien se ría de sí mismo, es poco corriente que alguien se quite la vida porque es feliz, es poco corriente que alguien sienta que los demás son los que le hacen vivir sus mejores momentos.
Lo corriente siempre es lo mundano, lo que todo el mundo hace porque lo hacen los demás, porque todos llevan ese camino y porque es el único que corrientemente hay seguro. Decir mundano no es decir inferior, sino lo que el colectivo hace sin pensar, sin sentir.
Me pregunto cómo nos puede afectar ese mundo corriente a lo que verdaderamente somos. Podemos reflexionar si lo corriente es lo que verdaderamente sentimos. Podemos cuestionarnos si lo corriente es lo negativo. Incluso podemos pensar que haciendo lo corriente somos buenos o no.
Insisto en que hay que expresar lo que uno siente en cada momento, eso podría ser lo corriente, sentiríamos que corriente es un caudal de agua que baja por una pequeña hendidura en la tierra, o un torrente que salta una gran roca.
No se cual puede ser la opinión de los demás, de esos que corrientemente nos rodean todos los días, de esos seres que nos acompañan al cine, al teatro, al metro, al supermercado, a cualquier paseo por un parque. Ni siquiera me interesa.
Lo importante es que soy libre de no ser corriente, soy libre para continuar con mi importante tarea de ser Yo. Siento que en cada esquina de mi camino siempre hay algo que me hace percibir que actúo de acuerdo a lo que en la profundidad de mis momentos me hace conocer que el libre albedrío es el dueño de lo que vivo expresando mi verdad. Gracias por ser Yo.
Miguel José.
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