Me duele volver, pero vuelvo.
Me duele no entender, pero lo entiendo.
Me duele no poder cambiar la situación, pero la cambio.
Me duele lo que no comprendo, pero lo comprendo.
Es tiempo de recuperar esos momentos donde la realidad era el aquí y el ahora, el momento mismo de cada experiencia, la sinceridad de unos momentos vividos en la alegría y en la felicidad.
La forma de caminar es sincera y por eso voy abriendo todas las puertas, la manera de ver y observar es profunda por lo que obtengo las respuestas que me van demostrando la fe de mis convicciones.
Ahora deseo el cambio y lo siento, me llega la emoción y a veces duele, porque en el sentimiento de aquello que tengo que vencer, hay momentos en que hay que parar y volver a arrancar.
Aquí comienza una nueva etapa, todo después de aquella operación que me hizo detenerme para preparar un cuerpo, reparar unas válvulas que ahora funcionan a la perfección, para demostrarme que aquello podía y quería vivirlo, para encontrar a todos aquellos que hoy día están al otro lado esperando mi realidad.
Soy un ser libre, lleno de energía, de paz y de amor. En cada mensaje se eleva la verdad que encuentro dentro de mi interior, en esas meditaciones en que una mente se aquieta ante la visión de un mundo exterior que ha de llevarme a la conciencia que está esperando en su debido momento.
No hay quejas, ni tampoco hay derrota, todo sirve para experimentar que el camino no es fácil, que la felicidad solo existe en el interior, que el amado (=yo le llamo así a mi Yo interno), es con quien estoy descubriendo que al llegar a sus brazos, estaré en esa paz que es luz.
Ahora tengo mucho que hacer, muchas barreras que saltar, muchos límites que recolocar, muchas incertidumbres que ver, muchos momentos en que la soledad, los minutos en que espero, son las realidades de la construcción de un nuevo hombre.
Yo amo, y lo hago desde el presente, desde unos labios que sienten, desde unos ojos que hablan, desde un corazón que se abre a la energía de un nuevo día en otro lugar, en una ciudad que también tiene vida y que en la esperanza de saber que llegará aquello que creo, disfruto de estos momentos en la sinceridad de un hombre nuevo.
Gracias, y por favor, se que esperar no es derrotarse, sino seguir observando cuales cosas funcionan y cuales no, pues al final todo habrá sido una experiencia para que las nuevas citas sean, al menos, en la felicidad de la sinceridad, en el amor incondicional.
Un beso.
Namasté.
Miguel José
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