Hoy comienza el futuro, ese acontecimiento que todos estamos esperando para poder comprender por qué estamos en la situación actual, por qué esperamos. Es la palabra que define lo que será en cuestión de segundos, de minutos, de horas o incluso de días, meses o de años.
Es difícil plantearse el momento actual sin que nuestra mente se vaya de paseo a algún acontecimiento o historia que se publica en nuestra pantalla, en el lugar de la mente donde se ruedan las películas que nuestro consciente o inconsciente va incluyendo en nuestro guión de vida.
Los monólogos, los diálogos, los personajes que estarán junto a nosotros, los medios materiales y económicos que nos figuramos estarán disponibles, los lugares donde se desarrollará la acción, incluso los decorados de todo aquello que nos pertenece desde el momento mismo de la creación por nuestros pensamientos.
Ahora toca aquello que pensamos, creamos o simplemente nos imaginamos vivir, eso ahora es un tiempo pasado y lo que en la actualidad, en este segundo mismo, es recoger la semilla de un pensamiento que fue creado en el instante mismo de decidir a escribir en este lugar, en este espacio rodeado de tantos pensamientos que no fructificaron.
Solo uno fue el elegido, o quizás el que más fuerza tuvo y de esa manera ganó el premio de ser el que ahora elegimos desde nuestro libre albedrío para experimentarlo y conocer algo más de todo lo que nos rodea.
Los momentos en que todo esto pasa, son los momentos de todos los que nos rodean creando, pensando e incluso durmiendo. Pues en el sueño se encuentran los monólogos o diálogos que luego se unirán a los sentimientos que conformaran el todo.
En la nada todo se creó desde un simple movimiento, un simple pensamiento de que podría suceder aquello que simplemente dejo de dormir y pasó al momento de su liberación. Es la creación en estado puro, en un estado en que no hay influencia de nada, incluso de cualquier simple obstáculo que aún no existe.
Desde el despertar de ayer que aún no está publicado, la situación del momento en que me encuentro actualmente es la de estar quieto, parado, en un instante en que no he de hacer nada.
Parece simple, pero la verdad es que la quietud, la contemplación, unida a una meditación activa, una meditación continúa observando lo que mi cuerpo siente, lo que sucede cuando camino, lo que me acontece desde el exterior, es una simple experiencia de comprender que estoy en el momento justo y en el lugar oportuno.
Plantead estos momentos como el tiempo en que todo se recoloca, todo sale desde nosotros de una forma distinta, desde el fondo de un corazón que ahora está sintiendo una energía distinta, un lugar en el mundo actual donde todo parece que se va a caer, donde los escenarios son mostrados en los telediarios de las televisiones como el principio del fin del mundo.
No, no es el fin del mundo, nunca lo ha sido y nunca lo será. El final no está cerca ni lejos, el final lo creamos nosotros, lo intuimos desde el momento en que nos dejamos influir por lo que desde el exterior nos hace sentirnos mal, por todo aquello que escuchamos desde la mentira, el odio, la manipulación, y todo lo negativo que intenta manejarnos dentro de un mundo de miedo y corrupción.
Salgamos todos los días a la calle, a esas plazas y avenidas que repletas de seres humanos, crecen y se multiplican, y sigamos unidos a nuestro corazón, a aquellos seres que nos miran sin saber quiénes somos, a todos los que nos rodean en el metro, en el autobús, en un cine, en un avión, porque todos somos iguales, todos somos uno y cuando falta alguien en ese puzzle inmenso siempre estará incompleto.
Cada uno somos uno y todos también son uno. Uno y todo es la mezcla perfecta para entender el milagro de la vida, el milagro de que cada mañana aparezca un escrito diferente, un sol diferente, una fruta diferente.
Observa todo lo que a tu alrededor no das importancia, y verás el milagro de la creación, y si tienes dudas puedes ver cada mañana al levantarte a Dios. Solo tienes que mirarte al espejo.
Miguel José
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