Moría tras un verano de amor
Moría tras unos años de pasión
Moría tras un sueño que ahora vivo
Moría tras una ventana que al fin se abrió.
Moría de una pasión que a nadie importaba
Moría en los brazos de aquella mirada
Moría en las garras de aquella que no me importaba
Moría de contar aquellos días.
Moría en la quietud de unos momentos
Moría en el caminar de aquellos días
Moría en la serenidad de aquellos lugares
Moría de escuchar mis propios lamentos.
Moría de ser aquel que no sentía
Moría de pensar que aquello no era mi vida
Moría de escuchar aquella voz que tanto daño me hacía
Moría de creer que era ella la que me hería.
Moría en aquellos días por lo que no entendía
Moría por no dar luz a la oscuridad de mi alma
Moría por no ver el silencio en mis labios
Moría por no poder levantar aquello que destruía.
Moría por no tener la fuerza de seguir amando
Moría por no querer salvar aquel naufragio
Moría por aquel destino que no veía
Moría por ser el hombre nuevo que aún no podía.
Moría a aquellos que ya no me recuerdan
Moría a aquellas fiestas que tanto sentía
Moría a aquellas personas que nos acompañaban
Moría a aquella familia que siempre estaba al otro lado.
Moría porque el nuevo ser nacía
Moría porque el gran momento llegaba
Moría porque aquello terminó
Moría a lo antiguo para renacer en la energía.
Miguel José
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